Gran indignación provocó en Campeche la muerte del empresario hotelero Manuel Grajales, quien fue secuestrado el lunes. El cuerpo del hombre de 90 años fue encontrado en una zona rural del municipio de Candelaria. El lunes, su hija, Norma Grajales Paredes, reveló en redes sociales que su padre, muy querido por la comunidad, fue sacado por la fuerza por hombres encapuchados de uno de los cuartos del hotel Del Bosque, de su propiedad, en donde descansaba. Norma suplicó a quienes se lo llevaron que lo devolvieran. “Nosotros no tomaremos represalias ni nada, sólo queremos a nuestro papito, pues él está enfermo, por favor entréguenlo”, expresó. Pero los ruegos no fueron escuchados ni por los agresores ni por las autoridades. El martes, la gobernadora Layda Sansores se indignó porque públicamente se expusieron cifras negativas de incidencia delictiva, y pidió “una reconsideración”. Tenía razón: la situación no era como la pintaron, era peor. Uf.