A pesar de que 46 por ciento de la población consume refrescos de manera ocasional y otro 30 lo hace regularmente, 73 por ciento de personas encuestadas se pronunció en contra de que el Gobierno incremente los impuestos a bebidas azucaradas como refrescos o energetizantes.
Lo anterior, de acuerdo con la encuesta de opinión pública de la consultoría Info Point realizada a mil 200 personas, vía telefónica y en redes sociales, entre el 4 y 5 de septiembre de este año.
Los resultados arrojaron que 57 por ciento estaría “muy en desacuerdo” en que suba el gravamen a los refrescos; 21 por ciento, “muy de acuerdo”; 12 por ciento, “algo en desacuerdo”; 7 por ciento, “algo de acuerdo” y 3 por ciento, “no sabe o no respondió”.
- El Dato: El Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) es un impuesto federal que se aplica a productos como alcohol, tabaco y alimentos con alto contenido calórico.
De los encuestados, 28 por ciento opinó que en nada afectaría la economía de su hogar este incremento de impuestos a los refrescos; 25 por ciento, poco; 21 por ciento, algo; 14 por ciento, mucho; y 12 por ciento dijo que sería muchísimo.
Ante la pregunta de cómo considera la decisión del gobierno de subir el impuesto a este tipo de bebidas, 55 por ciento manifestó que es “un abuso que afecta la economía de las familias”; otro 28 por ciento, que es una medida de salud pública necesaria, y 12 por ciento, algo que no le afecta. Por ello, en promedio de 5.3 por ciento manifestó disposición a dejar de consumir refrescos por ese motivo.
En cuanto al promedio que una persona gasta en la compra de refrescos a la semana, 36 por ciento indicó que menos de 50 pesos; el 32 por ciento entre 51 y 100 pesos; 18 por ciento, nada; 11 por ciento, de 101 a 200 pesos y apenas el 3 por ciento, arriba de 200 pesos.
La encuesta subrayó que 38 por ciento considera que el gasto en refrescos comparado con el año pasado se ha mantenido igual; 22 por ciento, disminuyó y aumentó un poco, respectivamente; y 18 por ciento subió demasiado.
A la pregunta de qué haría si el precio de los refrescos se incrementa considerablemente, 31 por ciento admitió que dejaría de consumirlos; 28 por ciento reduciría la cantidad que compra; 19 por ciento lo sustituiría por otra bebida (agua, jugo, etcétera); 16 por ciento adquiriría la misma cantidad por estimarlo indispensable y 6 por ciento cambiaría a presentaciones pequeñas.
Para 57 por ciento de los entrevistados cree que el refresco es un gusto que se puede ajustar según el precio; 35 por ciento, un lujo o un capricho y 8 por ciento, una necesidad básica del hogar.
Respecto a la frecuencia con que se consumen los refrescos, 25 por ciento indicó que menos de una vez por semana, aunque el porcentaje de quienes lo hacen varias veces a la semana es casi similar con 24 por ciento; 23 por ciento, una vez al día; 21 por ciento, una vez a la semana y 7 por ciento, varias veces al día.
De la consulta se determinó que 40 por ciento de los consumidores de refresco lo hacen con los alimentos, principalmente; 25 por ciento en reuniones sociales. De los que toman estas bebidas, 57 por ciento comentó que lo realizaban con la familia y 21 por ciento con amigos.
Según las preferencias, 45 por ciento consume refrescos regulares (con azúcar); 26 por ciento, light o sin azúcar; 24 por ciento de sabores; 4 por ciento bebidas energéticas o gasificadas y 14 por ciento de otro tipo de bebidas.