Buena noticia, nos comentan, la de que no quedaron en el olvido ni fueron mandadas al archivo las denuncias por las amenazas contra integrantes de la comunidad de la UNAM. Y es que esas amenazas hechas por medios digitales no fueron menores: provocaron tensiones, suspensión de labores o que se activaran clases remotas. Ayer la fiscalía capitalina, a cargo de Bertha Alcalde, informó que están en curso 19 investigaciones derivadas de las denuncias presentadas y no sólo eso, sino que gracias al trabajo de la Policía Cibernética de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y de la propia Fiscalía, han sido ya identificados probables responsables. Llama la atención esta vez que, para bien, las autoridades universitarias y de procuración de justicia vayan juntas. Quedó atrás el desdén al que se condenaba a la máxima casa de estudios en este tipo de asuntos con el pretexto de la autonomía y que sólo provocaba impunidad.

