A pesar de los pronósticos sobre intensas precipitaciones, no había forma en que se pudiera prever que las lluvias que cayeron sobre la región de La Huasteca serían de la magnitud registrada y que llevó a una situación de emergencia en los estados de Veracruz, Puebla, Hidalgo, Querétaro y San Luis Potosí, afirmaron la Presidenta Claudia Sheinbaum y el titular de la Secretaría de Marina (Semar), Raymundo Pedro Morales.
Al consultarle en conferencia qué pudo haber fallado, la mandataria federal expuso que se tenía conocimiento de que las lluvias serían fuertes, pero se combinaron varios fenómenos en la región hasta llegar a una intensidad que no se esperaba.
- El Dato: los factores que confluyeron para las lluvias torrenciales fueron las tormentas Priscilla y Octavio, huracán Raymond, un frente frío, baja presión y un frente cálido.
“En el caso de esta zona del país: se alertó que iba a haber lluvias fuertes, pero fueron varios fenómenos que se presentaron (…) que generaron esta lluvia intensa que no se esperaba que fuera de esta magnitud; es decir, no había ninguna condición científica, meteorológica, que pudiera indicarnos que la lluvia iba a ser de esta magnitud.
“Tener el conocimiento de que iba a tener esta intensidad, lo hemos visto con el (Servicio) Meteorológico Nacional (SMN), con Secretaría de Marina, difícilmente se podría haber tenido con tiempo, mucho tiempo de anticipación, conocimiento de esta situación, diferente a como ocurre con los ciclones —repito— o con los huracanes, donde con tiempo antes se está viendo esta formación”, insistió.
Además, señaló que en el momento también se estaba pendiente del huracán Priscilla, para monitorear su avance y evolución.
El secretario de Marina expuso que además de este ciclón, ya se advertía la llegada del huracán Raymond, así como una zona de baja presión sobre el Golfo de México frente a Veracruz, mientras que desde el norte bajaba un frente frío que se conjuntó con un frente cálido y que terminó por generar una vaguada, lo que, en suma, fue lo que provocó la cantidad de actividad atmosférica registrada.
Al estar a punto de concluir la temporada de lluvias, dijo, los ríos ya se encuentran a un nivel máximo de capacidad y los mantos freáticos “bastante cargados”, además de que los cerros comenzaron a presentar un debilitamiento por las precipitaciones que han caído todo el año, situación que derivó en las anegaciones.
Con base en esto, afirmó que sí era predecible a identificable al analizar el contexto meteorológico; sin embargo, acotó que identificar cuánta lluvia caería resultaba complejo.
“Eso provoca grandes cantidades de lluvia que provocó el incremento de los niveles de los ríos y las inundaciones por consecuencia. O sea, esto sí es predecible, sí es identificable desde que uno analiza el contexto meteorológico; sin embargo, identificar exactamente cuánta lluvia va a caer no es tan sencillo”, declaró.
Morales Ángeles afirmó que sí hubo alertamiento a la población para que se alejaran de los márgenes de los ríos, lo cual, aseguró, evitó que se perdieran más vidas humanas y bienes.
En este contexto, Sheinbaum Pardo mencionó las tareas que ya realizan dos grupos de trabajo coordinados por la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti) para generar todas las condiciones de alertamiento necesarias frente a fenómenos meteorológicos.
“Es muy importante que, frente a esta situación, tengamos como Gobierno todas las herramientas científicas necesarias para poder garantizar el alertamiento previo ahí donde es posible. Y para ello estamos generando estos dos grupos de científicos: uno en el Pacífico, incluso la colocación de boyas en el Pacífico, y otro, en el caso del Golfo de México”, explicó.