Y ha quedado más que claro que la llamada Ley Esposa no tiene mucho futuro. Y es que resulta que desde su aprobación hizo levantar cejas, porque si bien en el papel procura que mujeres sucedan a hombres en gobiernos estatales, también se ha advertido que no cualquier mujer podría tener esa posibilidad sino sólo algunas: las esposas de gobernadores actuales. Ayer la Presidenta Sheinbaum planteó: “Yo creo que no hacen falta esas leyes, la verdad, más allá de la constitucionalidad o no. Creo que con el acuerdo que tomó el INE, que tiene que venir en una reforma electoral, de que los partidos tengan que proponer a la mitad de sus candidatos mujeres y la otra mitad hombres, se cumple, además de otras acciones afirmativas que hay; se cumple el tema de género”. Aclaró que para evitar que se esté orientando o se esté evitando que una persona participe, no es necesario que se legisle la alternancia hombre-mujer. Ahí el dato.

