Ya se supo que, en el recuento de los daños del desempeño legislativo, Gerardo Fernández Noroña es el que peor parado queda, pues ha sido uno de los senadores de Morena al que se le ve de manera recurrente en los titulares de los medios de comunicación, aunque, casi nos aseguran, ninguna de esas menciones ha sido sobre iniciativas de ley por él impulsadas, sino más bien por su necesidad de mantenerse en el centro de la polémica por lujos y excesos. Todo esto se ha podido comprobar al hacer la revisión de su trabajo: sólo tres iniciativas durante el último periodo legislativo, ninguna ha llegado a puerto ni siquiera en comisiones y ninguna se refiere a un proyecto de alcance significativo en la vida pública de México, apenas, se informa, cambios administrativos o cuestiones cívicas o conmemorativas dentro de la Cámara alta. ¿Qué tal?

