Retorno a clases, entre fallas, reto y compromiso

Naomi, de 14 años, se levantó a las 07:30 horas para arrancar su primer día de clases en tercero de secundaria en la Escuela Niños Héroes, de Tlalnepantla, Estado de México. Aún con sueño por acostarse tarde, dijo que empezó este lunes viendo televisión, pues esa fue la indicación de su maestro.

“Nos dijeron que el primer día empezábamos con tele y pues acomodé mi lugar en la sala para comenzar mis clases. En la aplicación classroom nos envían todo por mensaje y nosotros vamos a entregar nuestras tareas por esa plataforma; no tenemos interacción con el maestro. Mis clases de hoy fueron español, matemáticas, historia, química y física. Estuvo de flojera, ya que sólo vimos la tele y no nos pidieron nada”, explicó.

Naomi es uno de los 30 millones de alumnos que ayer comenzaron clases a distancia a través de seis canales de televisión abierta, en tres modalidades que instrumentó la Secretaría de Educación Pública (SEP): el primero, con maestros explicando con recursos audiovisuales; con docentes conversando con un asistente, como un aprendiz, al plantear las preguntas como lo haría un alumno; y en el que los maestros conversan con un especialista.

En los estados del norte del país, el primer día de clases a distancia inició con dificultades para el nivel secundaria, pues los horarios publicados por la SEP no coincidían con lo que se veía en la televisión.

Héctor Arizmendi, de Chihuahua, tiene una nieta de 14 años en tercero de secundaria que 0se perdió la primera hora de repaso porque el horario correspondía a la Ciudad de México: “La niña se estaba aburriendo, igual que sus compañeros. (Los maestros) lo exponen bien, pero parece que les aceleraron la velocidad (...) cada niño tendrá que estar grabando”.

En la CDMX, Brenda Herrera, madre de un estudiante de 13 años, tuvo el mismo problema. Las clases de segundo de secundaria programadas de 8:00 a 11:00 horas no aparecían en los canales designados.

“Parece que había una repetición para los tres grados. Yo pregunté hasta en Internet (redes sociales) y muchos tenían el mismo problema que yo”, explicó la habitante de San Juan Tlihuaca, Azcapotzalco.

El 21 de agosto pasado, el titular de la SEP, Esteban Moctezuma, informó en conferencia de prensa que madres, padres de familia y tutores, así como maestras y maestros, podrán consultar en la plataforma sep.gob.mx los horarios y programación de cada grado escolar, desde Educación inicial hasta Bachillerato.

Cecilia Ayala, de la colonia Cuatro Vientos, en Ixtapaluca, Estado de México, comentó a La Razón que no pudo ubicar los canales para que alguno de sus tres hijos iniciaran el ciclo escolar: “En la secundaria de mi hija decidieron dar clase por Internet y yo no tengo; tampoco computadora, ¿cómo le voy a hacer?”.

Así, Citlali, de 12 años, que estudia en la secundaria, no logró iniciar el curso de la escuela. Los otros dos hijos de Cecilia, Katherine y Santiago, tampoco pudieron retomar sus niveles de preescolar y primaria, respectivamente. En la primaria Fernando Montes de Oca, le avisaron que no habrá clases por videollamada y que podía continuar con la educación de Santiago a través de las teleclases de la SEP; pero su televisión de 19 pulgadas no sintonizó la señal: “Solo se ve un canal y ya “.

Sin embargo, con las fallas también se encuentran los retos y los compromisos, pues hubo papás que hasta el uniforme de la escuela pusieron a sus hijos, como Patricia, quien desde muy temprano se levantó con su hijo Diego, quien asiste a un colegio de la alcaldía Cuauhtémoc.

Otro caso fue es el de Ximena y Gustavo, dos hermanos que viven en Iztapalapa. Ella, de 14 años, cursa tercero de secundaria; Gustavo, con 11, el sexto de primaria.

“Lo que se me hace más fácil de tomar clases así es el tiempo que se dedica y que también es más fácil hacer las investigaciones”. Gustavo sólo tomó una clase en su primer día con la nueva modalidad: Geografía. “A mí me agrada la idea de tomar clases aquí en casa, ya no me cuesta levantarme para llegar temprano a mi clase y la verdad es que no extraño la escuela”.

Alondra, su madre, explica que han hecho un gran esfuerzo por acoplarse a la nueva modalidad, y aunque no sobra el dinero, para cumplir con clases en línea tiene dos celulares y una computadora de escritorio.

Con información de Otilia Carvajal, Antonio López y Eduardo Cabrera