La delincuencia dificulta la recuperación de los infantes

No vuelve a casa 1 de cada 4 menores

En México existe una crisis de niños y niñas desaparecidos; las sustracciones tienen que ver con adopciones ilegales, además de la explotación y comercialización de personas

María Elena Solís en una imagen de archivo.
María Elena Solís en una imagen de archivo.Foto: Especial
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Johan Gael cumplió 10 años el 12 de febrero y lleva más de la mitad de su vida desaparecido. Su mamá, Yahaira, recuerda que fue el domingo 4 de octubre del 2015 cuando la familia se encontraba de paseo por el municipio de Galeana, en Nuevo León, y ya no lo volvieron a ver.

Originarios de Saltillo, Coahuila, visitaron la comunidad de Esmeralda y, cuando recorrieron el cementerio para poder recoger piñones, en sólo unos minutos Johan Gael desapareció.

“Pasan a lo mucho unos tres minutos cuando yo me hinco para checar en el carro y ya no veo la cabecita del niño en el carro”, relató Yahaira.

Durante dos días y dos noches, aproximadamente, 300 personas los apoyaron para buscarlo por todos los rincones de la comunidad, pero no tuvieron éxito.

Desde entonces, y con la esperanza de encontrarlo con vida, ha recorrido comunidades y rancherías de Nuevo León, Coahuila, Ciudad de México, San Luis Potosí, Veracruz y Zacatecas, siguiendo pistas o corazonadas, ya que sólo recuerda un auto gris que estaba a lo lejos el día que desapareció Johan Gael y está segura de que ahí se lo llevaron.

“Es estar muerta en vida, luchar y luchar sin tener algo; como madre, siento que él está vivo, que es lo que me mantiene (…) tengo la esperanza de que un día lo voy a encontrar, de que un día lo voy a volver a tener en mis brazos”, confesó, mientras su voz comenzaba a quebrarse.

Ahora, mientras el tiempo y los recursos se lo permitan, seguirá en su búsqueda, obteniendo fuerza de su esposo y su otro hijo, mayor que Johan, y de la gente que con algún tipo de aportación los apoya para seguir adelante.

Aunque también comentó que se ha encontrado con la indiferencia de la gente, quien en ocasiones no los voltea a ver o simplemente no les recibe alguno de los volantes en los que aparece la imagen progresiva de Johan.

Gráfico
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En su camino, Yahaira y su familia recibieron el apoyo de la Asociación Mexicana de Niños Robados y Desaparecidos, Asociación Civil (AMNRDAC), en la Ciudad de México, a cargo de María Elena Solís. Aunque no se conocen en persona, María Elena se solidarizó con Yahaira, tras vivir una situación similar.

Elenita, como le dicen de cariño, recordó que en 1994 dejó su vida como comerciante para iniciar la búsqueda de su nieta Angélica, víctima de una banda de secuestradores que vendían a los niños para que fueran adoptados ilegalmente.

“Ya le habían cambiado el nombre, ya se llamaba Patricia, tenía otra acta de nacimiento, ya la habían bautizado”, relató.

Después de 50 días de búsqueda, la mujer recuerda que lograron encontrar a la menor con vida, y desde entonces ha apoyado a cientos de familias.

Tras comentar que ha tenido casos en los cuales los menores han caído en manos de la delincuencia, lo que dificulta aún más su recuperación, también señala que pueden ser víctimas de redes de explotación sexual, principalmente las niñas y adolescentes. Actualmente, la AMNRDAC atiende 71 casos, aunque no todos son de menores de edad.

Yo le prometí a Dios que si recuperaba a mi nieta, iba a dedicar mi vida entera a otras personas, y ya se cumplieron más de 25 años

María Elena Solís, Fundadora de la AMNRDAC

Elenita señaló que el esfuerzo de las familias para localizar a los menores debe estar acompañado por el de las autoridades, debido a que en muchas ocasiones llegan a arriesgarse al llegar a lugares o a estar en situaciones de riesgo.

“No mides consecuencias; te metes en donde se pueda, a veces en lugares peligrosos, con tal de comprobar si está ahí tu familiar”, comentó.

Aun así, reconoció que el paso del tiempo, la distancia y la falta de recursos merman el ánimo de las personas y terminan por olvidarse de su familiar.

Asociaciones civiles como la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) y Tejiendo Redes Infancia en América Latina y el Caribe alertaron que existe una crisis de niños, niñas y desaparecidos.

“Si pudiéramos generalizar, entre los cero y cinco años, cuando los niñas y niños son más bebés, las desapariciones que se observan tienen que ver con sustracciones para adopciones ilegales o explotación y comercialización de personas”, comentó Tania Ramírez Hernández, directora ejecutiva de Redim.

En el siguiente rango de edad, de 6 a 11 años, es menor la desaparición, pero de los 12 a los 17 años hay un aumento significativo recientemente.

De acuerdo con cifras de Redim, el 74.6 por ciento de las 16 mil 400 personas desaparecidas de 0 a 17 años en el país son adolescentes, de las que 7 mil 27 son mujeres.

“Son tres de cada cuatro, de este gran número que decimos que nos siguen faltando, de las casi 16 mil 400, son adolescentes”, enfatizó Ramírez.

Según los expedientes documentados, aunque cuatro de cada 10 casos de desaparecidos ocurren en el Estado de México, Tamaulipas y Jalisco, Ramírez Hernández advirtió que es un problema nacional, ya que ninguna de las 32 entidades es ajena a este fenómeno.

  • El dato: Los estados de México, Tamaulipas y Jalisco presentan el 40.8% de las desapariciones de niños y adolescentes, según datos de la Comisión Nacional de Búsqueda y la RNPDNO.