Los chinos prefieren castillos con viñedos
París.- No se trata de ofrecer a la venta un inmueble común, sino una edificación especial construida a todo lujo, en el que las habitaciones son alcobas y sus pasillos verdaderas galerías de arte, sus pisos están cubiertos con mármol y resalta la fina madera de teka, en tanto, el color del oro lo hace aún más especial.
Se trata de castillos en venta y uno de ellos, tan sólo por citar un ejemplo, localizado en Francia, tiene un costo de 4.300.000 millones de euros.
Pero su mercado, al ser tan exclusivo, está al abrigo de la crisis; no obstante, es un sector que funciona siempre, pues nunca dejan de venderse, al menos así lo explicó Adrian Bannock, experto en palacios en la Agencia Émile Garcin.
En reportaje publicado por el periódico español El Mundo dice que son fortalezas de excepción y a la hora de buscarles dueño no hay promoción que valga.
En muchos casos se trata de espacios con huella, que forman parte del patrimonio histórico, así que encuentran pretendientes sin necesidad de hacer labores de mercadotecnia, tal es el caso de un castillo del siglo XI con 192 hectáreas ubicado en la región de Gers, sobre una antigua abadía.
Se dice que antes de 2008 se vendían a cualquier precio, pero ahora, acorde a la situación financiera de Europa y de otros continentes, el precio de los castillos tiene que ajustarse al mercado.
Aunque estos son insultantes como su belleza misma, los más caros son los más antiguos y los que tienen mayor cantidad de hectáreas.
Uno que requiera restauraciones cuesta algo así como 600 mil euros y uno pequeño, en mejor condición, ronda alrededor del millón de euros.
En la cúspide, el coste de un fortín con piscina, pista de tenis, ocho habitaciones y seis salas de baño se mueve entre uno y dos millones de euros.
También los hay aquellos que son auténticas ciudadelas: con mil metros cuadrados de vivienda y hectáreas de campo, cuyo precio oscila entre tres y cuatro millones de euros.
El cierre de una operación por la venta de un castillo suele tardarse unos tres meses, aunque si la propiedad es una herencia a repartir, la transacción lleva un poco más de tiempo.
Los mejores compradores son los ingleses, holandeses, rusos y asiáticos, quienes se reparten el 50 por ciento, mientras que el resto lo conservan los franceses.
Y si de gustos se trata: los ingleses prefieren zonas con paisaje, los rusos optan por la Costa Azul y a los chinos, en especial, les gustan más zonas con vieñdos.
