Republicanos del congreso ocultaron caso Petraeus

Foto AP

El grupo republicano en el Congreso conocía desde el 27 de octubre la investigación que el FBI realizaba a David Petraeus, ex director de la CIA, por las amenazas que su amante, Paula Broadwell, envió a Jill Kelley, amiga de la familia del militar, las cuales lo obligaron a dimitir.

El director de comunicación de Eric Cantor, líder de la mayoría republicana en el Congreso, afirmó a AP que su jefe supo el sábado 27 de la existencia de una investigación sobre la relación extramarital de David Petraeus gracias a una fuente del FBI que no ha sido revelada.

Esta es la más reciente revelación de una cadena de dudas que ha desatado el affaire de Petraeus con su biógrafa.

Según información de The Washington Post algunos de los colaboradores más cercanos del general, que lo acompañaron durante su último año al frente de las tropas en Irak, dijeron que Petraeus planeaba permanecer como director de la CIA, luego de haber reconocido en privado su relación con Broadwell, con la esperanza de que nunca se hiciera pública. “Obviamente, él reconoció que tuvo una relación con Broadwell durante meses y lo aceptó pero dijo que no iba a renunciar”, expresó Peter Mansoor, un coronel retirado del Ejército. “Una vez que supo que iba a salir a la luz, pensó que renunciar sería lo más correcto”, agregó.

La indagatoria del FBI detectó que alguien había utilizado la cuenta de Gmail del general y que su biógrafa profería amenazas contra Jill Kelley, residente en Tampa (Florida) y amiga de Petraeus y su familia, quien pidió protección al FBI tras haber recibido correos electrónicos con amenazas. Según los investigadores federales, en un primer momento Kelley no sabía quién enviaba esos correos. En ellos Broadwell instaba a Kelley a poner fin a su comportamiento “demasiado amable” hacia Petraeus. Cuando los investigadores accedieron al correo de Broadwell encontraron varios mensajes de Petraeus y creyeron que alguien había hackeado la cuenta del militar.

El FBI ha sido objeto de críticas por parte de Congresistas por no haber informado sobre la invetigación que destapó el amorío de Petraeus, la cual generó la preocupación de saber si la amante del general obtuvo información clasificada. Además crecen las dudas sobre por qué el asunto trascendió hasta la semana pasada pese a que responsables del Departamento de Justicia lo sabían desde el verano. Este escándalo tambalea la carrera del militar más respetado de Estados Unidos, cuyo nombre sonaba incluso como candidato a la vicepresidencia por el Partido Republicano.

La mujer que puso en jaque al ex director de la CIA

Paula Broadwell se acercó al general David Petraeus con la intención de estudiar su liderazgo y escribir su biografía. Después la convivencia con el militar los llevó a tener una relación más íntima que generó a la dimisión del ex jefe de la CIA.

El currículum de Broadwell es destacado: se graduó en la Academia Militar de West Point, fue modelo para una firma de ametralladoras y fue concertino de una orquesta de Dakota del Norte.

Como oficial de inteligencia viajó por más de 60 países durante 15 años de servicio y se convirtió en una experta en operaciones antiterroristas.

La amante de Petraeus está casada con un radiólogo, vive en su suburbio de Charlotte (Carolina del Norte) y tiene dos hijos.

Temas:
TE RECOMENDAMOS: