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Infografía Erick Zepeda La Razón
El conflicto en Ucrania por la crisis separatista en el Este del país se encendió ayer, tras el desplome de un avión Boeing 777 de Malaysia Airlines que viajaba de Ámsterdam a Kuala Lumpur con 295 personas a bordo quienes murieron en el impacto. La causa del incidente: un misil. Tanto el gobierno de Kiev como los rebeldes se acusan mutuamente del ataque.
Agencias de inteligencia estadounidenses, citadas por The Wall Street Journal, detectaron lo que parece ser el lanzamiento de un misil y la posterior explosión de un avión. Sin embargo, no han podido determinar si el proyectil procedía de territorio ucraniano o ruso.
Durante un discurso en Detroit el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró que el desplome “no fue un accidente, explotó en el cielo”. Biden, quien mantuvo contacto telefónico con el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, subrayó que trabajan “cada minuto para confirmar” las informaciones. “Esta es una zona en disputa, va a llevar tiempo lograr información sobre las intenciones de quien estuviera involucrado”, declaró otra fuente a The Washington Post.
La aeronave volaba a 10.5 kilómetros de altura y se ubicaba a 60 kilómetros de la frontera rusa en el momento en que se precipitó al vacío y cayó, envuelto en una densa nube de humo negro, en un campo a 80 kilómetros de Donetsk.
Desde el pasado mes de abril, dicha región y la vecina Lugansk son escenario de combates entre las milicias prorrusas y el Ejército ucraniano. Petro Poroshenko, presidente ucraniano, no dudo en calificar el siniestro como un acto terrorista, mientras que su homólogo ruso, Vladimir Putin, atribuyó la responsabilidad a Kiev por haber reanudado la ofensiva en el Este.
De acuerdo con Anton Gerashenko, consejero del ministro del Interior de Ucrania, el avión fue derribado por insurgentes mediante un sistema antimisiles Buk. En declaraciones al canal de televisión Dozhd, Gerashenko afirmó que su departamento tiene decenas de testigos del lanzamiento de un misil cerca de Snezhnoe (en la zona controlada por los separatistas) y acusó a Rusia de haber entregado sistemas Buk a la República Popular de Donetsk.
Representantes de la RPD declararon al canal Rusia 24 que carecen de medios bélicos para derribar un avión a la altura en que volaba el Boeing siniestrado.
Testimonios de Alexandr Borodái, ciudadano ruso que dirige el gobierno de los separatistas, dijo que sus lanzamisiles alcanzan “como máximo entre tres mil y cuatro mil metros” y acusó a las Fuerzas Aéreas de Ucrania del suceso, que calificó como “una provocación intencionada”.
Debido al conflicto, el Consejo de Seguridad de la ONU celebrará una reunión de emergencia hoy, anunciaron fuentes oficiales. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, exigió una “investigación internacional completa y transparente” y a su pedido se sumaron las voces de Alemania, Francia y Reino Unido.
Las milicias pro rusas ya habían derribado dos aviones de transporte militar del Ejército. El incidente más grave ocurrió el 14 de junio, cuando murieron 49 militares.
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Aerolínea marcada por la tragedia
El incidente del vuelo MH17 ocurrido ayer sobre el espacio aéreo ucraniano es la segunda tragedia en sólo meses que involucra a la aerolínea insigna de Malasia. Hace cuatro meses, en junio, el vuelo MH370 desapareció de los radares en circunstancias que hasta ahora se desconocen.
El vuelo MH370 se dirigía de Kuala Lumpur a Beijing cuando desapareció de los radares sobre cielo malasio el 8 de marzo pasado. De acuerdo con autoridades malayas, el avión, también un Boeing 777, se desvió de su ruta y presumiblemente terminó desplomándose sobre el océano Índico, frente a la costa oeste de Australia.
Hasta el momento, lo único que se tiene son datos satelitales que indican que la aeronave continuó volando por al menos ocho horas. Pero mucho antes de que el MH370 desapareciera sin dejar rastro, ya se hablaba de un rescate para la aerolínea que lleva en números rojos más de tres años con pérdidas de más de 320 millones de euros.