El oso llamado Arturo, murió en el zoológico de Mendoza, situado a 1.189 kilómetros al oeste de Buenos Aires, era el único ejemplar de su especie que vivía en cautiverio y había sido protagonista en 2014 de una campaña en las redes sociales que reclamaban su traslado al Assiniboine Park Zoo de Canadá luego de que se observaran muestras de decaimiento y depresión en su comportamiento.
"Arturo fue un caso testigo. Esperamos que sea el último oso polar retenido en un zoológico de nuestro país y que su caso obligue a las autoridades a rever la situación de las demás especies exóticas que sobreviven en su misma situación" dijo Soledad Sede, del equipo de campañas de Greenpeace.
La ambientalista señaló que "no era el único animal en cautiverio y en pésimas condiciones sino sólo un ejemplo más de cómo funcionan actualmente la mayoría de los zoológicos de nuestro país, priorizando la exhibición con fines comerciales".
El animal tenía casi 31 años y había llegado al zoológico de Mendoza a los ocho.
En las redes sociales los usuarios lamentaron la muerte del oso, considerado por muchos ambientalistas "el animal más triste del mundo".
"Hoy es un día triste para quienes amamos a los animales. Basta de zoo, son lo peor que hay", tuiteó @AndreaBelenMas. "Ya eres libre, #FreeArturo #OsoArturo", dijo a su vez @AdrianaCobella.
La organización ambientalista pidió tiempo atrás que Arturo fuera trasladado a un centro de conservación en su ecosistema de origen pero una junta de veterinarios consideró que el oso no podía afrontar el viaje de relocalización.