Las tragedias que terminaron con la vida de decenas de tripulantes que abordaron algún avión de la familia Boing 737 MAX, una de las aeronaves más usadas por las empresas de vuelos comerciales en el mundo, incluida Aeroméxico, son hoy tema de polémica no sólo en la opinión pública sino entre el gremio de la aviación, que se resiste al exceso de automatización de los aviones, en detrimento de la seguridad de pilotos y usuarios.
Este debate, con tinte filosófico, al tocar el remplazo de los sistemas robotizados por la mano de obra humana, sale a colación en el momento justo en que las autoridades etíopes intentan hallar las causas del accidente que el pasado domingo cobró la vida de 157 personas de 35 nacionalidades que partieron de la ciudad de Adís Abeba.
Tom Dieusaert, autor del libro Computer Crashes, una investigación periodística sobre los accidentes aéreos “que no fueron causados por errores humanos, sino porque alguna computadora falló”, compartió que independientemente de si el accidente del Ethiopian Airlines se debió a un problema con su sistema computarizado, es necesario poner sobre la mesa de discusión la idea de remplazar al pilotaje humano por máquinas de autocontrol.
“Se ha demostrado que cuando hay una emergencia, el humano siempre es más creativo para responder a los problemas”
Tom Dieusaert
Autor del libro Computer Crashes
“Se ha demostrado que cuando hay una emergencia, el humano siempre es más creativo para responder a los problemas”, dijo el periodista belga a La Razón, al criticar el hecho de que los grandes fabricantes de aviones abusen de los software destinados a remplazar las funciones de los pilotos.
Tom advierte que estos dispositivos, que ya causaron varios incidentes lamentables, apenas hace seis meses 189 personas murieron en un vuelo de la compañía Lion Air, que se estrelló poco después de despegar de Yakarta, Indonesia, tienden a enviar señales erróneas que derivan irremediablemente en accidentes fatales.
“Funcionan de la misma manera que un carro autómata: no hay conductor, hay un software diseñado para proteger a los viajeros; si detecta un problema, un posible choque o accidente en carretera, el dispositivo lo detiene. Imaginemos esto en un avión”, explica el investigador, quien advierte que las ensambladoras de aviones deben atender la sobreautomatización, cuando hoy en día el ideal para operar un aeronave es bajo la tutela de dos personas: piloto y copiloto.
Dieusaert considera que existen motivaciones gremiales que podrían orillar a las aerolíneas a operar con sistemas autómatas, ya que representa el ahorro de nómina y de los constantes conflictos laborales con los sindicatos de aviación, que reclaman mejoras salariales o de condiciones para trabajar.
Ethiopian Airlines suspendió todos la actividad de sus aviones Boeing 737 Max 8 “como medida de precaución adicional” tras el accidente en el que murieron las 157 personas que iban a bordo, dijo un vocero de la aerolínea. Los rescatistas hallaron las “cajas negras”, los dispositivos que registran los datos de vuelo y las voces de cabina, mientras el país vivía el luto.
Aunque todavía se desconoce qué causó el siniestro, cuando un avión nuevo se estrelló a las afueras de la capital del país, Adís Abeba, sin malas condiciones climáticas, la compañía decidió suspender la actividad de sus otros cuatro 737 Max 8 hasta nuevo aviso, explicó Asrat Begashaw. Ethiopian Airlines tenía cinco 737 Max 8 nuevos en uso y estaba a la espera de recibir 25 más. Otras aerolíneas de todo el mundo decidieron hacer lo mismo. Las autoridades de aviación civil de China e Indonesia ordenaron que las compañías aéreas dejen de operar temporalmente con sus Max 8, y la empresa caribeña Cayman Airways anunció que pararía los dos aviones de ese modelo de su flota. Por la noche, la mexicana Aeroméxico también anunció que suspenderá temporalel uso de sus seis aviones de este modelo.

