Harvard vuelve al centro del huracán político

Donald Trump ahora va por los académicos

El mandatario de EU cuestiona la integridad del personal educativo y exige se le retiren los fondos federales y la exención fiscal; los acusa de promover “odio y estupidez”

Estudiantes caminan afuera de Harvard Yard en la Universidad de Harvard.
Estudiantes caminan afuera de Harvard Yard en la Universidad de Harvard. Foto|Reuters

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intensificó, ayer, su cruzada contra la Universidad de Harvard, aseguró que “ya no debería recibir fondos federales” tras congelar una asignación por 2,200 millones de dólares destinada a la institución. Además, reiteró su amenaza de eliminarle la exención de impuestos que goza como centro educativo sin fines de lucro.

“Harvard ha estado contratando a progresistas, radicales de izquierda, idiotas y cabezas huecas que sólo saben enseñar el fracaso”, escribió Trump en su red Truth Social, en una nueva escalada verbal que pone a una de las universidades más prestigiosas del mundo en el centro de su ofensiva política.

  • El Dato: En marzo, la administración de Trump anunció la revisión de aproximadamente 256 millones en contratos y subvenciones federales a Harvard.

El mandatario también arremetió contra la exrectora Claudine Gay, quien renunció en enero de 2024 tras una serie de acusaciones de plagio y por sus respuestas evasivas ante el Congreso sobre casos de antisemitismo en el campus. Trump la llamó “plagiadora” y “sumamente inepta”, y criticó que aún conserve un cargo como profesora en la institución.

La molestia presidencial se extiende a otros nombramientos recientes en la universidad, como los de los exalcaldes demócratas Lori Lightfoot (Chicago) y Bill de Blasio (Nueva York), a quienes calificó como “los peores e incompetentes alcaldes de la historia de EU”.

“Harvard es una broma. Enseña odio y estupidez. Ya no puede considerarse un lugar serio de aprendizaje”, sentenció Trump, quien acusa a la universidad de desobedecer la reciente orden ejecutiva de su gobierno para eliminar los programas de diversidad y monitorear la ideología de los estudiantes extranjeros.

Desde su regreso al poder en enero pasado, la administración Trump ha desplegado una estrategia para condicionar el financiamiento público a las universidades que, según sus críticos, muestran resistencia a su agenda política. Harvard, como símbolo del pensamiento liberal en la academia, se ha convertido en su blanco principal.

Protestas pro palestinas. Estos días Trump ha tensado la relación con las principales universidades de EU al amenazar con eliminar el estatus de exención fiscal de Harvard, luego de que ésta rechazara lo que calificó como demandas ilegales del gobierno federal para modificar sus programas académicos. La medida forma parte de una ofensiva más amplia contra instituciones como Columbia, Princeton y Stanford por su manejo de las protestas estudiantiles pro palestinas tras el conflicto en Gaza en 2023.

Harvard denunció que las exigencias de la administración violaban la Constitución y la Ley de Derechos Civiles, y recibió un respaldo inmediato de universidades pares. “Princeton apoya a Harvard”, declaró su presidente, Christopher Eisgruber. Desde Stanford, sus líderes destacaron que la libertad académica es una tradición fundamental que debe protegerse. Estas posturas llegan mientras Trump amenaza con recortes millonarios a fondos federales, y elevan el debate sobre la autonomía universitaria frente a presiones políticas.

Presiona Noem sobre matrícula de foráneos

| Redacción

La Universidad de Harvard, una de las instituciones educativas más prestigiosas del mundo, se enfrenta a una nueva y dura presión por parte de la administración del presidente Donald Trump. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos le ha dado un ultimátum, le advierte que, si no cumple con sus exigencias, podría perder su capacidad de matricular estudiantes extranjeros y sufrir recortes en sus fondos federales.

El DHS, encabezado por Kristi Noem, ha solicitado a Harvard entregar documentos sobre lo que describen como “actividades ilegales y violentas” relacionadas con los estudiantes extranjeros en el campus, en particular aquellos involucrados en las protestas pro palestinas que ocurrieron tras los ataques en Gaza y el devastador conflicto con Israel en octubre de 2023. La carta enviada por Noem establece que Harvard tiene plazo hasta el 30 de abril para proporcionar la información solicitada, o de lo contrario, perderá el privilegio de recibir estudiantes internacionales y podría enfrentar otras sanciones.

Noem no dudó en criticar a la universidad, alegó que Harvard se había visto envuelta en una “ideología antiamericana y pro-Hamas”, algo que la administración Trump ha calificado como un grave problema que debe ser abordado a nivel gubernamental. Además, la secretaria del DHS anunció la suspensión de dos importantes subvenciones federales que suman más de 2.7 millones de dólares a Harvard, como parte de una escalada en la presión ejercida sobre la universidad.

La administración ha comenzado a revisar contratos y subvenciones federales por un total de 9,000 millones de dólares que la universidad recibe al año. En respuesta, Harvard ha defendido su posición, sigue comprometida con la lucha contra el antisemitismo. Subraya, sin embargo, que la libertad académica y el derecho a protestar son fundamentales para la educación superior.