Los fieles católicos visitan el Vaticano para poder despedirse del Papa Francisco, ya que este miércoles empezó el funeral del Santo Padre, sin embargo, un emotivo momento se robó la atención en el velorio del Pontífice.
Una monja rompió el protocolo y sobrepasó todas las filas para poder llegar hasta el cuerpo del Papa Francisco. Se trata de una mujer de más de 80 años, que llegó con un atuendo azul, tradicional de las monjas. Además llevaba una mochila pequeña en color verde.
La mujer se acercó rápidamente mientras un sacerdote la acompañó, la monja se quedó al rededor del féretro del Papa orando y persignándose, la mujer estuvo ahí durante un largo tiempo, llorando por la partida de su amigo, mientras los obispos y cardenales pasaban junto a ella para poder despedir al Santo Padre.
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Las imágenes conmovieron en redes sociales, pues los usuarios destacaron lo que hizo la monja y quedaron impactados, así que inmediatamente se empezaron a preguntar la identidad de esta misteriosa mujer que rompió el protocolo para poder despedirse del Pontífice.
¿Quién es la monja Geneviève Jeanningros que se despidió del Papa en su funeral?
La monja que asistió al funeral del Papa y que acaparó la atención mundial se llama Geneviève Jeanningros, tiene 81 años de edad y era un amiga muy cercana del Papa Francisco.
La monja pertenece a la orden de las Hermanitas de Jesús, además de que es sobrina de Léonie Duquet, quien fue una de las monjas secuestradas durante la dictadura de Argentina.
Además, la monja fue quien acercó al Papa Francisco a las personas que trabajan en las ferias y a la comunidad transexual de Roma, ya que ella se dedica a asistir a esta comunidad desde hace más de 56 años.
La mujer empezó a llevar a grupos de mujeres trans y a homosexuales a las audiencias generales del Vaticano y consiguió que un grupo de estas chicas pudieran conocer al Papa en persona. Una de ellas fue asesinada tiempo después, por lo que Sor Geneviève llevó la foto de la mujer para que el Papa orara por ella.
La aparición de la monja en el funeral no fue lo único que llamó la atención y es que los fieles armaron el caos en plena basílica de San Pedro, ya que comenzaron a correr y brincaron las vallas de seguridad del lugar, pues querían entrar a ver el cuerpo del Papa lo más pronto posible.
