El primer ministro de Canadá defendió su postura de no ceder ante las presiones del presidente de Estados Unidos Donald Trump, a quien le dijo que su nación “no está a la venta y nunca lo estará”, durante el encuentro que sostuvieron en la Casa Blanca.
Durante la reunión que sostuvieron Mark Carney y Donald Trump en la Casa Blanca, el republicano aseguró que no era su intención discutir la posibilidad de que Canadá se anexara como el Estado 51 de EU, si bien aseguró que, en un escenario similar, estos países harían “un matrimonio maravilloso”.
A propósito, Carney respondió que, al igual que en el sector inmobiliario (donde Trump, antes de ser político, inició su carrera empresarial), hay “propiedades que nunca están en venta” y Canadá es una de ellas.
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“Canadá no está en venta y nunca lo estará”, afirmó el premier canadiense, a lo que Trump respondió: “es cierto”, en referencia a la analogía con el sector inmobiliario.
Sin embargo, Trump abundó que “nunca digas nunca”.
Carney aseguró que, pese a estas diferencias, “hay oportunidad para la colaboración” como, dijo, “se ha hecho antes”.
Detalló que su gobierno está dedicado a un cambio radical en la inversión en la seguridad para el territorio canadiense, y celebró que Trump “ha revitalizado la seguridad internacional”.
A propósito, Trump reconoció que el terreno militar es, precisamente, una de las principales áreas de negociación entre ambas naciones.
Sin embargo, aseguró que, en este sentido, es Canadá el que hace negocios con EU y no al revés, situación que atribuyó a la calidad del equipo militar que produce su nación.
“No hacemos muchos negocios con Canadá, desde nuestro punto de vista; ellos hacen negocios con nosotros. Hacemos el mejor equipo militar en el mundo y Canadá lo compra, hecho que apreciamos”, aseguró el republicano.
Las declaraciones ocurren en un momento tenso en las relaciones entre EU y Canadá, donde Trump ha acusado a Canadá de obtener fuertes subsidios de la Casa Blanca, así como protección militar, a cambio de materias primas que “no necesitamos”.
Así lo escribió más temprano a través de la red social Truth, donde aseguró que, pese a su deseo de mantener buenas relaciones con Carney, no concibe que Estados Unidos “financie a Canadá con 200 mil millones de dólares al año, además de protección militar gratuita y muchas otras cosas [pues] no necesitamos sus carros, su energía, su madera y NADA de ellos”.
“Ellos, por otro lado, necesitan TODO de nosotros”, concluyó el republicano.
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