Rusia y Ucrania celebraron ayer en Estambul, Turquía, sus primeras conversaciones de paz directas desde el inicio de la invasión de Moscú en 2022, finalizando después de menos de dos horas, y aunque ambas partes acordaron un gran intercambio de prisioneros, permanecieron muy distanciadas en cuanto a las condiciones clave para poner fin a los combates.
Kiev acusó al Kremlin de introducir nuevas “demandas inaceptables” para retirar las fuerzas ucranianas de grandes extensiones de territorio, según un funcionario, quien habló bajo condición de anonimato.
Las demandas no se habían discutido previamente, dijo el funcionario, quien añadió que la parte ucraniana reiteró que seguía centrada en lograr un avance real: un alto el fuego inmediato y un camino hacia una diplomacia sustantiva, “tal como propusieron Estados Unidos, socios europeos y otros países”.

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Ambas partes se sentaron en una mesa en forma de U, pero se mantuvieron muy distanciadas en cuanto a sus condiciones para finalizar la guerra. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha presionado a Moscú y a Kiev para poner fin al conflicto, dijo que una reunión entre él y el presidente ruso, Vladímir Putin, ocurriría “tan pronto como podamos organizarla”.
“Creo que es hora de que lo hagamos”, dijo Trump a reporteros en Abu Dabi mientras concluía un viaje por Oriente Medio.
En Estambul, una delegación ucraniana encabezada por el ministro de Defensa, Rustem Umerov, se reunió con un equipo ruso de bajo perfil liderado por el asesor presidencial Vladimir Medinsky, según el portavoz del Ministerio de Exteriores de Ucrania, Heorhii Tykhyi, quien publicó una foto del encuentro.
Una de esas condiciones para Ucrania, respaldada por sus aliados occidentales, es un cese del fuego temporal como primer paso hacia un acuerdo pacífico. El Kremlin ha rechazado tal tregua, que sigue siendo esquiva.
“No hemos recibido un ‘sí’ ruso en este punto básico”, aseguró el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania, Heorhii Tykhii, después de las negociaciones. “Si quieres tener negociaciones serias, tienes que silenciar las armas”.
Pero el jefe de la delegación rusa, Vladimir Medinsky, señaló que estaba “satisfecho con el resultado” y añadió que Moscú estaba listo para continuar los contactos.
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dijo que discutió las negociaciones con su homólogo estadounidense, Donald Trump, y los dirigentes de Francia, Alemania, Reino Unido y Polonia. En una publicación en la red social X desde una reunión de liderazgo europeo en Albania, instó a que se impusieran “sanciones severas” sobre Moscú si rechaza “un cese del fuego completo e incondicional y el fin de los asesinatos”.
En Estambul, Kiev y Moscú acordaron intercambiar mil prisioneros de guerra cada uno, según los jefes de ambas delegaciones, en lo que sería su mayor intercambio de este tipo.
Ambas partes también discutieron un cese del fuego y una reunión entre sus jefes de Estado, según el jefe de la delegación ucraniana, el ministro de Defensa Rustem Umerov.
Medinsky, asesor del presidente ruso Vladímir Putin, dijo que ambas partes acordaron proporcionarse mutuamente propuestas detalladas de cese del fuego, y que Ucrania solicitó la reunión de los jefes de Estado, algo que Rusia tomará en consideración.
