En el extremo oriental de Rusia

Mueren 48 al estrellarse una aeronave soviética

La nave, fabricada en 1976, había partido de Blagovéshchensk, fronteriza con China, y desapareció de los radares en plena aproximación.

Lugar donde cayó el avión de pasajeros ruso de Angara Airlines, ayer. Foto›Especial

Un avión de pasajeros Antonov An‑24 de la aerolínea privada Angara se desplomó ayer en el extremo oriental de Rusia cuando se preparaba para aterrizar por segunda vez en el aeropuerto de Tynda, causando la muerte de sus 42 pasajeros, entre ellos cinco niños, y seis tripulantes. La nave, fabricada en 1976, había partido de Blagovéshchensk, fronteriza con China, y desapareció de los radares en plena aproximación.

Un helicóptero de búsqueda localizó el fuselaje en llamas a unos 15 km de la pista, en una zona montañosa sin acceso vial. Las tareas de rescate requirieron abrir un camino con maquinaria pesada para llegar al lugar del siniestro. El gobernador regional y la Fiscalía de Transporte del Lejano Oriente confirmaron que no hubo sobrevivientes.

En tanto, las autoridades abrieron una investigación penal por presunta violación de las normas de tráfico aéreo y transporte, lo que podría derivar en cargos por negligencia. Aunque el An‑24 había pasado recientemente una inspección técnica, fuentes locales indicaron que desde 2018 había registrado cuatro incidentes menores. El siniestro reaviva el debate sobre la continuidad de los viejos aviones soviéticos en rutas remotas, especialmente tras las sanciones occidentales que han encarecido el acceso a repuestos e inversiones en mantenimiento.

La crisis humanitaria y la urgencia de conectar pequeñas localidades mantienen en vuelo más de 75 aviones An‑24 en Rusia, a pesar de sus apodos de “tractores voladores”. Este modelo de hélice, valorado por operar en pistas sin preparar y en condiciones de frío extremo, cayó víctima de su antigüedad.