El mandatario estadounidense, Donald Trump, ordenó ayer reanudar de inmediato las pruebas del arsenal nuclear de Estados Unidos tras más de tres décadas de suspensión. La medida, que justificó por los recientes programas de ensayo de otros países, desató una oleada de reacciones internacionales y reavivó temores sobre una nueva carrera armamentista global.
El magnate realizó el anuncio a través de su red social Truth Social, donde aseguró haber instruido al Departamento de Guerra para comenzar las pruebas “en igualdad de condiciones”. “Debido a los programas de pruebas de otros países, he dado instrucciones para que se inicie el proceso de inmediato”, escribió.
- El Dato: Desde la detonación de la bomba nuclear “Trinity” en Estados Unidos en 1945 hasta 1992, este país detonó 1,030 bombas atómicas en pruebas, más que ningún otro.
El republicano agregó que su país cuenta con “más armas nucleares que cualquier otro”, seguido por Rusia y, en un “distante tercer lugar”, China. Con ello, Trump pareció enviar un mensaje directo a las dos potencias con mayor capacidad nuclear, en especial tras las recientes maniobras rusas supervisadas por Vladimir Putin desde el Kremlin.
Desde el Air Force One, de regreso a Washington, Trump insistió en que la medida busca garantizar que el arsenal de EU se mantenga en condiciones óptimas y que el país conserve su liderazgo estratégico, aunque añadió que “una desnuclearización sería algo estupendo”.
El pasado 22 de octubre, Moscú ejecutó ejercicios con sus fuerzas nucleares, lanzando un misil balístico intercontinental Yars desde el cosmódromo de Plesetsk, con destino al polígono de Kura, en Kamchatka. El operativo incluyó al submarino nuclear Briansk, que disparó un misil Sineva desde el mar de Barents, y a varios bombarderos estratégicos Tu-95C, que lanzaron misiles de crucero. Aunque Putin calificó los ejercicios como “rutinarios”, Washington los interpretó como una demostración de fuerza.
- El Tip: EU cuenta con 1,770 ojivas desplegadas y 1,930 en reserva. Rusia tiene 1,718 ojivas desplegadas y 2,591 en reserva.
Por su parte, el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, respaldó al magnate al afirmar que la supervisión del arsenal nuclear es parte esencial de la seguridad nacional. “Sabemos que funciona correctamente, pero hay que supervisarlo con el tiempo”, dijo.
No obstante, el anuncio no precisó si se tratará de pruebas nucleares explosivas, prohibidas por el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, o de ensayos de vuelo de misiles con capacidad nuclear. De confirmarse una prueba real, sería la primera desde 1992, cuando Estados Unidos realizó su último ensayo bajo tierra.
El anuncio coincidió con la visita de Trump a Corea del Sur, donde tenía previsto reunirse con el presidente chino Xi Jinping. El mensaje, divulgado mientras viajaba a bordo del helicóptero presidencial Marine One, fue interpretado como un acto de presión diplomática hacia Pekín y Moscú, ambos señalados de ampliar su arsenal nuclear y modernizar sus sistemas de lanzamiento.
De acuerdo con estimaciones del Pentágono, EU dispone de cinco mil 225 ojivas nucleares frente a las cinco mil 580 de Rusia, mientras que China ha duplicado su capacidad en los últimos cinco años hasta alcanzar unas 600 ojivas.
RUSIA, CHINA Y LA ONU. La respuesta internacional no se hizo esperar. El Kremlin advirtió que Rusia “actuará en consecuencia” si Estados Unidos abandona la moratoria vigente. “Si alguien la rompe, Rusia hará lo propio”, declaró el portavoz Dmitri Peskov, quien subrayó que las recientes pruebas rusas no constituyen ensayos nucleares.
Desde Pekín, por su parte, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Guo Jiakun, instó a Washington a “cumplir plenamente con sus obligaciones” bajo el tratado internacional de prohibición y a “mantener la estabilidad estratégica global”. China, que en el pasado ha rechazado unirse a negociaciones trilaterales de desarme, reiteró que su postura sobre el tema “ha sido consistente y clara”.
En tanto, las advertencias también llegaron desde la ONU. El portavoz adjunto del secretario general, Farhan Haq, afirmó que “los riesgos nucleares actuales son alarmantemente altos” y recordó que el mundo no debe permitir ensayos de este tipo “bajo ninguna circunstancia”. Haq evocó el “desastroso legado de más de dos mil pruebas” realizadas en las últimas ocho décadas y advirtió que cualquier nuevo ensayo “podría tener consecuencias catastróficas”.
Mientras que en Bruselas, la portavoz de Exteriores de la Unión Europea, Annita Hipper, sostuvo que los ensayos rusos no pueden equipararse al anuncio estadounidense, aunque lamentó que ambos países intensifiquen una carrera que amenaza los esfuerzos de paz. “Rusia continúa intensificando el conflicto con sus acciones y su retórica”, afirmó.
Por su parte, en el Congreso estadounidense, la decisión de Trump encontró resistencia. El senador demócrata Edward Markey anunció que presentará una iniciativa para bloquear la financiación de los ensayos nucleares. “Un plan de Trumpatomics sólo hará que el país y el mundo sean menos seguros”, declaró.
Asimismo, expertos en control de armas advirtieron que la medida podría tener consecuencias imprevistas. Daryl Kimball, director de la Asociación para el Control de Armas, señaló que EU tardaría al menos tres años en reanudar las pruebas subterráneas en Nevada y calificó la directiva como “una decisión desconectada de la realidad”.
En agosto, el Servicio de Investigación del Congreso de EU señaló que, de aprobarse, el país podría ejecutar nuevas pruebas en un lapso de entre 24 y 36 meses.
El propio Trump, al ser cuestionado sobre si el mundo se adentra en una etapa más peligrosa, restó importancia a los temores: “Las reservas estadounidenses están bien protegidas”, dijo. “Estamos hablando con Rusia sobre esto, y China podría sumarse si avanzamos hacia algo”.
