El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, confirmó que el documento negociado en Ginebra durante el fin de semana fue recortado y ajustado de manera significativa tras un proceso intenso entre las delegaciones de Ucrania, Estados Unidos y representantes europeos. La versión inicial, presentada por Washington con 28 puntos, derivó en un borrador más breve que, según el propio líder, incorpora observaciones esenciales por Kiev para sostener cualquier diálogo futuro.
El equipo negociador ucraniano expuso a Zelenski los avances obtenidos en Suiza, donde lograron que se suprimieran puntos del planteamiento original que consideraban imposibles de asumir. El presidente aseguró que varios asuntos delicados fueron incorporados de forma preliminar en esta nueva versión, aunque subrayó que las cuestiones más sensibles las abordará directamente con el presidente estadounidense, Donald Trump, en una conversación prevista para los próximos días.
- El Dato: Ahora sólo incluye 19 puntos el plan de paz. Kiev y sus socios afirman que la línea de frente existente debe ser el punto de partida para las negociaciones territoriales.
El diario británico Financial Times adelantó que al borrador se le eliminaron 9 puntos, lo que reflejó un cambio en las deliberaciones trilaterales impulsadas en Ginebra. Kiev argumentó que la eliminación de varios apartados resultaba imprescindible para que la propuesta no fuera interpretada como una concesión unilateral a Rusia, especialmente en materia territorial y en lo relativo a restricciones militares que el plan inicial imponía a Ucrania.
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Asimismo, Zelenski afirmó que alcanzar un documento final aceptable para ambas partes será “muy difícil”, aunque insistió en que Ucrania y sus aliados trabajan de forma coordinada para sostener un enfoque que permita avanzar sin comprometer principios esenciales de soberanía y seguridad. Una posible conversación directa con Trump podría destrabar puntos controvertidos antes de elevar la propuesta revisada a Moscú.
Mientras que las autoridades rusas reaccionaron de inmediato a los cambios impulsados por Ucrania y los europeos, aclararon que consideran inaceptable la versión reformada. Moscú espera ahora reunirse con representantes estadounidenses para tratar de reencauzar el texto hacia sus demandas originales. Desde el Kremlin se recalcó que la propuesta estadounidense inicial contenía elementos que podían servir como base, pero que la versión ajustada por los europeos resultaba “poco constructiva”.
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- 28 puntos contenía el plan de paz para de Trump
El asesor de política exterior Yuri Ushakov sostuvo que muchas disposiciones del plan previo parecían razonables para Moscú, aunque reconoció que algunas requerirían análisis más profundo. No obstante, calificó la contrapropuesta europea como inviable, reiteró que Rusia sólo confía en documentos transmitidos por canales oficiales.
En tanto, funcionarios ucranianos describieron las conversaciones del fin de semana como un avance moderado. Oleksandr Bevz, asesor del presidente ucraniano, confirmó que casi todos los puntos fueron discutidos, excepto el referente al territorio, que consideró un asunto exclusivo de jefes de Estado. También afirmó que Estados Unidos mostró comprensión sobre la importancia de garantizar la seguridad ucraniana como eje central de cualquier acuerdo.
Mientras que la vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, reconoció que aún persisten diferencias, aunque aseguró que la administración Trump confía en resolverlas. Por su parte, el presidente estadounidense, Donald Trump, insinuó nuevos avances. “¿Es realmente posible que se estén logrando grandes avances en las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania? No lo crean hasta que lo vean, pero algo bueno podría estar sucediendo”, escribió en Truth Social.
- El Tip: Europa señala que no puede haber reconocimiento de territorios confiscados por Rusia y Kiev decidirá su adhesión a la UE y a la OTAN.
EUROPA PRESIONA POR AJUSTES. El plan estadounidense tomó por sorpresa a varios gobiernos europeos, que desde el verano han expresado inquietud por una política errática de Washington respecto a la guerra. Temían que tras la cumbre de Alaska entre Trump y Vladimir Putin, Estados Unidos aceptara condiciones que obligaran a Kiev a renunciar a territorio o a frenar su aspiración de integrarse a la OTAN. De hecho, la versión inicial exigía ceder regiones ocupadas y aceptar limitaciones a las capacidades militares ucranianas, puntos que Kiev y sus socios europeos calificaron como inaceptables.
Una propuesta alternativa elaborada por países europeos planteó detener los combates en las líneas actuales, posponer discusiones territoriales y añadir una garantía de seguridad al estilo de la OTAN. El Kremlin rechazó este planteamiento, alegando que no atendía intereses rusos. A su vez, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, reiteró desde Luanda que la soberanía ucraniana debe ser respetada y que sólo Kiev puede decidir sobre su estructura militar.
En tanto, Friedrich Merz, canciller alemán, describió el resultado preliminar de Ginebra como un paso limitado pero relevante, aunque subrayó que “la paz no llegará de la noche a la mañana”. Por su parte, Donald Tusk, primer ministro polaco, sostuvo que ningún acuerdo debe debilitar a Ucrania ni a Europa, en alusión a presiones que enfrenta Zelenski por la parte militar y la corrupción.
Mientras tanto, Turquía intenta mediar en el conflicto. Putin conversó con Recep Tayyip Erdogan por teléfono para abordar posibles vías de aproximación, mientras EU y Ucrania emitieron un comunicado donde informaron que el borrador perfeccionado sigue en revisión.
Mientras las delegaciones intercambian borradores diplomáticos, la violencia en el terreno continúa. Jarkov y Kiev sufrieron un ataque nocturno con drones que dejaron cuatro muertos y 13 heridos.

