En EU, presidente tacha al magnate de “incitador”

EU se muestra de nuevo fracturado en aniversario de toma del Capitolio

Biden acusa red de mentiras de Trump; privilegió su ego ante derrota, señala; éste alude otra vez a que hubo fraude en elección; protestan por presos políticos

Vigilia, ayer en el Capitolio.
Vigilia, ayer en el Capitolio.Foto: AP
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Sin mencionar directamente a Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, fue contundente y lo señaló como el incitador del peor golpe a la democracia en el país por armar una red de engaños e incitar a simpatizantes en el Capitolio, ante lo que el republicano respondió que “la gran mentira fue la elección misma”, con lo que avivaron la división en el país.

Desde el lugar en el que se desató la ira e insurrección en 2021, el demócrata sostuvo que lo que provocó su predecesor fue por su “ego herido”, privilegiando interés personal sobre el bienestar y la voluntad popular, pero que, afortunadamente, el país resistió.

En su discurso por el primer año de la tragedia, en la que fallecieron cinco policías, se refirió al republicano, sin nombrarlo, como un “expresidente derrotado”, que no aceptó su caída electoral e incitó a la violencia para evitar una transición pacífica, vulnerando a las instituciones.

Trump, con sus declaraciones incendiarias de ese día, entre las que destacan “luchar como el infierno”, impulsó a sus simpatizantes a tomar justicia por un reclamo que no tenía validez y tras la violencia desatada, no reaccionó, pues siguió los hechos atroces por televisión “sin hacer nada”. Y aunque Biden reconoció que en ese momento no intervino en el golpe a la democracia es una lucha de la que, sostuvo, no huiré.

Trump se hace presente a un año con un comunicado contra el presidente.
Trump se hace presente a un año con un comunicado contra el presidente.Foto: Especial

Agregó que la elección debe ser la garantía de un proceso democrático, pero su opositor no supo asumir su papel de “perdedor” y prefirió crear una falsa idea de que le robaron la reelección, hecho que ya presionaba incluso antes de la jornada, misma que ratificó sembrando dudas sobre un recuento que aún no ocurría y que culminó con la insurrección.

Por ello, Biden refrendó que “no permitirá que nadie ponga una daga en el cuello de la democracia” para evitar que un acto similar se replique, luego de recordar que hace un año “por primera vez en nuestra historia un presidente no sólo perdió unas elecciones, sino que intentó evitar la transferencia pacífica de poder”.

Casi al término de su discurso llegó la respuesta del aludido, quien acusó a su sucesor, a quien responsabiliza del fracaso en EU, de usar su nombre —aunque siempre se refirió a él como expresidente— para “dividir más a América”, reforzando su eslogan de campaña: “Haz grande a América otra vez”.

El presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris, previo a ofrecer su discurso; congresistas recuerdan a las víctimas en una vigilia afuera del recinto, ayer.
El presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris, previo a ofrecer su discurso; congresistas recuerdan a las víctimas en una vigilia afuera del recinto, ayer.Foto: AP

Pese a cancelar su discurso, Trump no se quedó callado y emitió comunicados a través de su plataforma. Sin embargo, su respuesta no fue para desmentir sino para criticar la gestión de Biden al decir que destruyó a la nación con “políticas locas”, en referencia al mal manejo de la pandemia y de la migración.

El magnate aludió que ese “teatro político” es una distracción para no ver cómo Biden perdió el control de la emergencia sanitaria y no responder a las “corruptas” elecciones, refrendando su postura de fraude, al indicar que hasta los medios respaldan esta postura oficial “lo llaman la gran mentira, cuando en realidad la gran mentira fue la elección misma”.

Pese a la violencia, Biden llamó a ver el 6 de enero como una oportunidad de renacer y ver que la democracia es un juego limpio que debe prevalecer “hoy, mañana y siempre”. Y reflexionó sobre qué tipo de nación quieren ser, al exigir a la población a no normalizar la violencia.

Un presidente (Trump) no sólo perdió unas elecciones, sino que intentó evitar la transferencia pacífica de poder...

Joe Biden, Presidente de Estados Unidos

Por separado, la vicepresidenta Kamala Harris apuntó que una votación no debe causar actos violentos nunca, pues sólo vulneran la democracia y desinforman a la nación y recordó que los hechos de hace un año son el mejor ejemplo de la “fragilidad” que enfrenta la democracia. Mientras que el expresidente Barack Obama reconoció que al retomar discursos subversivos algunos políticos siguen poniendo en riesgo la democracia.

Más tarde, legisladores y ciudadanos se unieron a las vigilias en el recinto. Uno de estos eventos lo encabezó la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, en donde rindieron una oración y un minuto de silencio.

Sin embargo, también hubo actos para externar su apoyo a quienes consideran como “presos políticos”, entre esta divergencia destaca el encuentro de la congresista pro-Trump Marjorie Taylor Greene, quien se reunió con la madre de una provocadora que falleció tras la insurrección. La mujer se lanzó contra la Policía del Capitolio al responsabilizarla de la muerte de su hija Ashli Babbit.

VICEPRESIDENTA EN RIESGO

A un año de los hechos, se reveló que la entonces vicepresidenta electa, Kamala Harris, fue evacuada del Comité Nacional Demócrata por una amenaza de bomba.

La número dos de Biden, primera mujer en ocupar este cargo, fue resguardada luego de que se localizara un artefacto sospechoso al interior de un vehículo que en caso de detonar pudo haber provocado muertes o heridos; según fuentes de Político tardaron siete minutos en sacarla del lugar luego de que se abriera una investigación por ese hallazgo. Y se reportó que fue horas después cuando algunos demócratas pudieron retornar al lugar. Cabe destacar que el gobierno ofreció una recompensa de 100 mil dólares para quien brindara información para dar con el presunto sospechosos captado por las cámaras de seguridad.

  • El dato: El expresidente Jimmy Carter reconoció que en el país hay gran temor en torno a la frágil democracia, hecho que fue expuesto por un propio mandatario.