Bukele impone nuevo régimen de excepción

En El Salvador, el presidente Nayib Bukele endureció la estrategia contra las pandillas tras una ola de inseguridad extrema, lo que derivó en un segundo Estado de excepción en tres años.

El mismo día en que se publicó el decreto oficial que se extenderá por hasta 30 días para restablecer el orden en la nación, tras acumular 76 homicidios entre el 25 y 26 de marzo, el mandatario ordenó apretar las medidas en todas las prisiones del país y admitió que tal proceso podría extenderse otro mes más, pues se rompió el récord de crímenes en 24 horas al superar la cifra de 52 registrada hace más de cinco años.

A través de redes sociales instó al director general de los Centros Penales, Osiris Luna, a imponer nuevamente una emergencia total en todo los penales de seguridad y máxima seguridad, en donde hasta 17 mil integrantes de estos grupos delictivos cumplen sentencias por varios crímenes.

Y advirtió a todos los pandilleros del país, o al menos a los que ya están recluidos o homeboys que permanecerán las 24 horas del día en sus celdas sin “ver ni un rayo de sol” durante este proceso de excepción.

Luego del repunte de homicidios y feminicidios sentenció “nadie sale ni al patio” al lanzar un golpe directo contra integrantes de estos grupos criminales, principalmente contra la Mara Salvatrucha, pandilla contra la que este fin de semana se realizó un operativo que concluyó con la captura de al menos cinco cabecillas, de acuerdo con la Policía Nacional Civil, sector al que también se vincula con el crimen organizado y extorsión a comerciantes y empresarios.

Ante lo que el encargado de los centros penitenciarios y también viceministro de Seguridad respondió casi de manera inmediata que se cumpliría la orden como parte de la estrategia que denominó “guerra contra pandillas”, pues ninguno vería la luz del sol, escenario que estiman extender a los pandilleros que siguen libres y que están relacionados con los recientes asesinatos de ciudadanos en 12 de las 14 regiones de la nación centroamericana.

Incluso, el mandatario compartió un video de las guaridas de estos criminales, conocidas como “casas destroyer”, en donde se observan artículos de “los adoradores de Satanás”, como aseveró el presidente al mostrar objetos usados para sus rituales religiosos.

Horas antes, la Presidencia divulgó el decreto, aprobado por 67 de los 84 congresistas, que suspende las garantías constitucionales ligadas a la libre asociación con el objetivo de solventar las “graves perturbaciones al orden público” provocadas por grupos delincuenciales que atentan contra la vida, la paz y la seguridad de los salvadoreños.

Este régimen contempla fortalecer a las autoridades policiacas, la Fiscalía general y la Fuerza Armada que mantienen patrullajes por casi toda la nación, al otorgarles más herramientas y mecanismos jurídicos. Pues según la orden presidencial se extiende el plazo de detención administrativa por más de las 72 horas vigentes y les da el poder de revisar correo y comunicaciones telefónicas sin una orden judicial de por medio.

Al respecto, Bukele puntualizó que la vida continuará con normalidad, pese a los cierres focalizados, “a menos que usted sea pandillero o las autoridades lo consideren sospechoso”.

Dicha estrategia contra las pandillas se da a sólo tres meses de que Estados Unidos sancionó a funcionarios salvadoreños por una presunta alianza con pandilleros para respaldar a Bukele rumbo a la presidencia, acuerdo en el que habrían dado recursos y facilitado el ingreso de celulares y mujeres a la prisión, hecho que el mandatario desmintió.