Ven amenaza ante desplome de fuerza laboral

China abre la puerta a 3 hijos por pareja ante temores de envejecer

A 4 décadas de la política de un solo bebé, la segunda potencia mundial busca elevar natalidad; va por revertir un riesgo económico y social; cambio no tendrá impacto, dicen expertos

Política de Natalidad contempla apoyos económicos en la materia.
Política de Natalidad contempla apoyos económicos en la materia.Foto: REUTERS
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La amenaza de una caída precipitada en el porcentaje de la población económicamente activa y el nivel más bajo de natalidad obligó a China a elevar el límite de niños por pareja para revertir el envejecimiento de la segunda mayor economía mundial.

A cinco años de modificar la polémica política de sólo un hijo por matrimonio —vigente por casi tres décadas— a dos, ahora se permite tener tres para reestructurar la demografía ante la visión de los jóvenes que no quieren tener hijos, especialmente por el costo y sacrificio que representa.

Por ello, el Comité Político del Partido Comunista determinó, tras una reunión con el presidente Xi Jinping, que para evitar una crisis social y financiera, como se advirtió la década anterior, se ajustará la norma al triple de bebés por familia en comparación con el límite que se fijó en 1979, aunque no quedó claro a partir de cuándo entra en vigor.

El objetivo es evitar que China se convierta en un país viejo con jóvenes sin hijos antes de alcanzar mayor riqueza, pues el último cambio que data de 2016 no dio los resultados esperados para empujar la tasa de natalidad nacional, pues datos del más reciente censo revelan que en el último año ésta cayó de 14.6 millones de nacimientos a sólo 12 millones, en medio de la pandemia de Covid-19, lo que representa el peor registro de recién nacidos en la nación asiática más grande desde 1961.

Además, aunque el país alcanzó la cifra récord de mil 411 millones de habitantes, su crecimiento es el más bajo en décadas con un alza de apenas 5.5 por ciento, menor a la reportada entre 2000 y 2010 —en medio de la nueva política de dos hijos por pareja— y muy por debajo de 19.9 por ciento, entre 1970 y 1980, cuando se puso en marcha la política de un hijo por control demográfico.

Al respecto, el director de la Oficina Nacional de Estadística, Ning Jozhe, comentó que “según la tendencia, el crecimiento demográfico seguirá siendo más lento”.

Por separado, algunos especialistas en la materia dijeron que abrir a tres el máximo de hijos será insuficiente por la resistencia que hay para engendrar; mientras que organismos internacionales admiten que el ajuste no elevará la natalidad de gran manera, pues la medida anterior no mostró el impacto esperado, pues sólo beneficiaba a las parejas ricas.

Otra alerta que presionó al Gobierno fue que en este último año por cada mujer hubo 1.3 bebés, la menor tasa de fertilidad en cinco años, y mucho menor a la ideal de 2.1 para una población estable.

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Además, autoridades reconocen temores de un riesgo de desplome de la mano de obra, pues la fuerza laboral representa poco más de la mitad de los habitantes, lo que evidencia una pérdida de dos por ciento desde 2016, al pasar de 786 millones a 771 millones, según datos de la Organización internacional del Trabajo (OIT).

Dichas estadísticas son una amenaza a la estrategia oriental como potencia económica, de liderazgo mundial, contra la pobreza y el declive demográfico.

Para concretar esta medida, el partido en el poder alista incentivos económicos para las dotes elevadísimas y otros apoyos para que personas en edad reproductiva se animen a procrear, pues en la actualidad los jóvenes económicamente activos no desean tener descendencia porque dan preferencia a su futuro profesional, pese a las largas jornadas laborales.

Y ven en los hijos un freno económico por la carga para mantenerlos y el gasto en vivienda, mientras costean la manutención de sus padres que envejecen, pues la esperanza de vida creció de 75 a 79 años de edad; y aunado a ello hay más hombres que mujeres. Con esta acción crecieron las críticas por las tácticas para obligar a mujeres a abortar o quitarles su derecho a procrear, a través de método de esterilización.

También considera elevar la edad de jubilación, para evitar una pérdida drástica del sector, por el retiro precipitado de los mayores; no obstante, no dio detalles de la política que actualmente aplica a los 60 años para hombres y 50 en mujeres.

Ante estas noticias, Amnistía Internacional (AI) aseveró que, aunque se amplíe la oportunidad de tener hijos, siguen las limitantes, lo que representa una violación a los derechos reproductivos y sexuales de la población. Incluso, al interior del país algunos líderes pugnan por eliminar por completo estas restricciones, al señalar que nunca debieron existir estas normas.