Gana Lula y habrá en AL 11 gobiernos de izquierda

El izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva se impuso ante el presidente Jair Bolsonaro por la mínima y en poco más de dos meses asumirá su tercer mandato en Brasil con la promesa de sacar a la población del hambre y acabar con el odio y la división.

Con 50.90 por ciento de la preferencia y una diferencia de casi dos millones de votos, el del Partido del Trabajo (PT) evitó la reelección del ultraderechista, quien en varias ocasiones insinuó que sólo una fraude impediría extender su mandato.

Aunque el actual Ejecutivo aventajó parte del recuento con hasta tres puntos a su rival, a quien tachó repetidamente de corrupto, no pudo con la historia de Brasil para revertir el resultado de la primera vuelta. Y es que en las cuatro ocasiones previas que se definió la contienda en esta etapa (1989, 2002, 2006 y 2010) el segundo nunca pudo escalar lo suficiente para superar al ganador.

Y como hace cuatro semanas Lula repitió la dosis. Bolsonaro se despegó de su rival conforme avanzaba el recuento, pero al acercarse al 50 por ciento el margen se redujo como anticipaban las encuestas al llegar a un empate técnico.

No obstante, en la tercera parte la tendencia cambió y Lula rebasó al derechista sin soltar la ventaja, y al 99 por ciento, cuando el Tribunal Superior Electoral (TSE) fijó que el resultado sería irreversible, se alzó como el virtual mandatario.

Con un respaldo de casi dos puntos porcentuales más que el pasado 2 de octubre, Lula celebró en Twitter con una imagen de la bandera de la nación sudamericana junto al mensaje “democracia”.

Horas después, quien estuvo preso por corrupción y fue exonerado a tiempo para la contienda, aseveró ante miles de simpatizantes que la prioridad de su gobierno será “acabar con el hambre, de nuevo” en referencia a su pasado como líder, pues ratificó que su principal causa es el pueblo y luchará por combatir la miseria, mientras el mundo enfrenta una situación crítica en materia económica.

Y en un mensaje directo a Jair, Lula ratificó “estamos de regreso” después de que intentaron enterrarlo políticamente, al advertir que su mayor reto será recuperar el liderazgo y alianzas perdidas, pues aseveró que Brasil no volverá a ser “paria del mundo”, escenario al que el ultraderechista los habría arrastrado.

Por ello, el líder de 77 años sostuvo que reconquistará al mundo tras perder credibilidad y externó su interés de reforzar lazos fuera y dentro del país. E insistió que el diálogo es la única vía de recuperar Brasil, pues adelantó que trabajará “incansablemente” para lograr la paz y dejar atrás el odio, pues gobernará para todos.

En un discurso de media hora —marcado por las pausas para tomar agua, en las que sus seguidores aplaudían y coreaban su nombre— el izquierdista dijo que otra prioridad es recuperar el diálogo con el Poder Legislativo y Judicial para reconstruir la “convivencia republicana”.

Con ello, aseveró, demostrará que el Ejecutivo puede trabajar sin interferir o cooptar a esos sectores, en clara crítica a quien dejará el cargo; mientras que el PT refrendó su postura contra Bolsonaro por presunta interferencia electoral, luego de que denunciaran que la Policía trató de impedir que cientos de ciudadanos votaran, hecho por el que dicha fuerza advirtió que solicitará la detención del director de seguridad, Silvinei Vasques.

Dicho mensaje ya se esperaba, pues una respuesta llegó antes. El aliado del ultraderechista y líder de la Cámara baja de Brasil, Arthur Lira, reconoció el triunfo y garantizó apertura al diálogo en respeto de la democracia, mientras que Jair evitó pronunciarse. Pero Lula recalcó que Brasil necesita volver al camino de la paz para que haya más esperanza que miedo.

Asimismo, aprovechó para pedir el apoyo de todos, entre quienes votaron por él y por Bolsonaro, al señalar que por el futuro de Brasil “necesito de todos, no puedo cumplir solo” pues insistió que es posible hallar coincidencias más que profundizar las divergencias.

Más tarde, líderes de América Latina arroparon a quien vuelve al poder a más de 10 años, pues los mandatarios Andrés Manuel López Obrador (México), Alberto Fernández (Argentina), Gabriel Boric (Chile), Gustavo Petro (Colombia), Miguel Díaz-Canel (Cuba) y Nicolás Maduro (Venezuela) destacaron el triunfo de la democracia, lo que refleja el crecimiento de la ideología de izquierda en la región, pues con Brasil sumarán 11 gestiones de esta tendencia, contra seis derechistas.