Crisis

“Nicaragua es un Estado policial de facto”: CIDH

En Nicaragua “no están dadas todas las condiciones para hablar de una democracia” señala la presidenta de la Comisión

Los mandatarios de Nicaragua, Rosario Murillo y Daniel Ortega
Los mandatarios de Nicaragua, Rosario Murillo y Daniel OrtegaFoto: AP
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En Nicaragua “no están dadas todas las condiciones para hablar de una democracia”, sino que hay un Estado policial de facto, consideró Antonia Urrejola, presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

“La Comisión ha dicho ya de manera consistente que estamos ante un Estado policial de facto, donde todos los poderes del Estado están alineados con el Ejecutivo, lo que implica cierta falta de garantías absolutas para el pluralismo, para la libertad de prensa, para el ejercicio de las libertades civiles, para el ejercicio de temas tan simples como que las organizaciones de la sociedad civil puedan hacer su trabajo. Se ha cancelado la personería jurídica de muchas organizaciones de la sociedad civil”, sostuvo.

En entrevista con BBC, recordó que en los últimos años, el régimen de Ortega ha confiscado los medios de prensa independientes o de oposición: “registramos más de 100 personas que están privadas de libertad de manera arbitraria, y eso incluye a 35 líderes y lideresas en los últimos meses. Todo en este contexto electoral. Hoy día en Nicaragua, toda la oposición política está encarcelada con detención domiciliaria. Ésa es la verdad”.

Estamos ante un Estado policial de facto, donde todos los poderes del Estado están alineados con el Ejecutivo, lo que implica cierta falta de garantías absolutas para el pluralismo

Antonia Urrejola, Presidenta de la CIDH

La CIDH publicó el jueves un informe de la situación del país centroamericano de cara a las elecciones presidenciales del 7 de noviembre, en el que advierte que el presidente Daniel Ortega -quien busca mantenerse en el cargo que asumió desde 2007- ha “instalado un régimen de supresión de todas las libertades” en el que la oposición no tiene cabida.

El gobierno nicaragüense ha rechazado los señalamientos, afirmando que la CIDH presenta una “insultante, ofensiva y absurda recopilación de hechos falsos”.