Destacan apertura en negociación

Occidente insiste a Rusia en una retirada y nación pide ampliar diálogos

Advierten países que se cierran las opciones para evitar la escalada; el Kremlin rechaza nuevo despliegue; gobierno de Biden traslada a diplomáticos cerca de Polonia

Grupos rusos realizan maniobras militares en conjunto con Bielorrusia en Gozhsky.
Grupos rusos realizan maniobras militares en conjunto con Bielorrusia en Gozhsky.Foto: Reuters
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Mientras Rusia y Ucrania se dicen dispuestas a ajustar sus peticiones por la desescalada, gobiernos de Occidente aliados de Kiev refrendaron su disposición a mantener abiertas las negociaciones, pues es crucial; pero ratifican la demanda de que Rusia retire sus tropas entre reservas y choques de que es la contraparte la que planea alargar indefinidamente la crisis y el peligro latente.

Ante los reportes de un nuevo despliegue de tropas en la zona fronteriza —ya amenazada por más de 100 mil soldados desde hace semanas—, el Kremlin desmintió las versiones de inteligencia de Estados Unidos y de Gran Bretaña de un supuesto aumento de movimientos al justificar que se trata de los efectivos que vigilan desde finales de diciembre del 2021 y de ejercicios programados, como los que realiza en Bielorrusia, pues sólo habría un ataque si son provocados.

Sin embargo, resaltó su interés por extender las conversaciones diplomáticas un día antes de recibir al canciller alemán, Olaf Scholz, pues el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, comentó que las pláticas aún están lejos de agotarse. Se pronunció por ampliar todo intercambio de información con el objetivo de que sus demandas no sean desechadas sin un análisis, luego del reclamo de que han sido ignorados, aunque contemplan ajustarse tras recibir la contrapropuesta estadounidense hace un par de semanas.

Este hecho fue tomado por gobiernos occidentales como un signo de apertura en un clima en el que se cierra la ventana de oportunidad para alcanzar una solución conjunta antes de una posible invasión, estimada para este 16 de febrero, pero que Ucrania rechaza al sostener que no hay pruebas de este riesgo o amenaza inminente, por la que varios países como EU, GB, Alemania, Canadá, México, Suiza, Australia, y recientemente Japón y Singapur, entre otros, mantienen vigentes las alertas para salir ante la crítica situación de seguridad.

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A la par de los nuevos diálogos en las que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, dio la bienvenida a Scholz, y una llamada telefónica entre el presidente de EU, Joe Biden, y el primer ministro británico, Boris Johnson, el líder de la nación en riesgo comentó que podrían desistir de solicitar su inclusión en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), aunque aliados sostienen que ésta no puede ni debe ser una condicionante para garantizar la paz y estabilidad en Europa.

Resaltó que esa petición que consideran crucial para su seguridad podría ser retirada de la mesa, pues actualmente cuenta con un gran respaldo sin formar parte del organismo internacional, que en las últimas semanas le ha enviado municiones y suministros necesarios en caso de un conflicto, pero que confía en que no sean usados, pues ello representaría que la diplomacia falló.

No obstante, el organismo ratificó que la señal más clara de un acercamiento es que Rusia reduzca la presencia militar; ante lo que la contraparte comentó que hay condiciones para alcanzar un acuerdo siempre y cuando sus demandas sean analizadas, al insistir que en los primeros intercambios fueron ignorados.

Incluso, Lavrov aseveró que, pese a los roces con Ucrania y aliados de esa nación, el diálogo sigue activo, pero ratificó que no permitirán que la ampliación de éste se convierta en un proceso por tiempo indefinido.

Posteriormente, Johnson y Scholz coincidieron en que Rusia debe aprovechar los esfuerzos para llegar a una solución y evitar una crisis prolongada. El primero advirtió del riesgo de la falta de seriedad en estas negociaciones, pues la región “está al borde del precipicio”, elevando las alertas si Rusia no desiste de replegar a sus efectivos y grupos de élite, pues tiene el poder de rescatarlos del abismo; mientras que el alemán ratificó su solidaridad con Kiev, gobierno al que garantizó apoyo económico durante el tiempo que se mantenga esta situación, luego de las negativas a otorgarle material y equipo bélico.

Por separado, Francia se dijo lista para comenzar una ofensiva ante el inminente plazo que da inteligencia para una invasión desde Rusia, misma en la que el líder ucraniano Zelenski insistió que no hay ninguna evidencia y en vez de esperar un ataque mañana mismo deberían ver esta fecha como la oportunidad de alcanzar la unidad.

Posteriormente, el gobierno de Joe Biden confirmó que la situación alarmante obligó a reubicar al personal diplomático que permanece en la región. Para alejarse del riesgo, según explicó el secretario de Estado de EU, Antony Blinken, trasladaron a su representación a Leópolis o Lviv, una de las ciudades más grandes del país, que se ubica muy cerca de la frontera con Polonia, lo que da pistas de una estrategia geopolítica.

A través de un comunicado, el funcionario ratificó que una “dramática aceleración en la concentración de fuerzas rusas” detonó el cambio para alejarse de la zona de riesgo, al ratificar los esfuerzos de EU, pues apuntó que tal ajuste no representa ni intenta socavar el compromiso que tiene con Kiev. Y apuntó que en cuanto se alcance un acuerdo o se desescale la situación su representación volverá a dicha sede.

  • El dato: El secretario de la OEA, António Guterres, lamentó que los esfuerzos aún no rindan frutos para detener lo que calificó como una “confrontación desastrosa”.