Ignoran en Lituania golpe de Wagner

OTAN, sin cambios para Kiev ni plan contra Putin

Especialistas señalan a La Razón que el conflicto aún se centra en el ámbito territorial, pero sin ganancias significativas; precisan que el balance no es positivo ni siquiera para Rusia, ya que no venció a Ucrania ni forzó un nuevo régimen

Vista general de la ciudad de Kiev, capital de Ucrania.
Vista general de la ciudad de Kiev, capital de Ucrania.Foto: Freepik
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Pese al apoyo “inquebrantable”, la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) no generó cambios sustanciales en la guerra. Ucrania sigue sin adherirse a ésta y Rusia insiste en desgastar a las tropas de Volodimir Zelenski.

Tras el encuentro global en Lituania, a más de 500 días de la invasión y el intento de rebelión del Grupo Wagner, los internacionalistas Genaro Beristain, Andrés Serbin y Alejandro Martínez señalaron a La Razón que el conflicto aún se centra en el ámbito territorial, pero sin ganancias significativas, pues no cederán por un fin.

Para Beristain, académico e investigador en conflictos armados de la UNAM, el régimen de Vladimir Putin sigue la ruta del desgaste, pues tiene los recursos para congelar el choque a diferencia de Kiev, que no se puede dar ese lujo si se queda sin armas o reservas, aunque la semana pasada afianzó suministros en Vilna.

Serbin, presidente de la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES), apuntó que en tal acto no hubo medidas “claramente definidas” al calificar el momento actual como un impasse, ya que, pese a la contraofensiva y refuerzos, aún no pertenece a la OTAN. Explicó que no ha obtenido victorias contundentes, contrario a los avances que presume y Beristain agregó que no “fracturó al enemigo”. Los analistas consultados coincidieron en que el freno de la OTAN responde a que, más allá de su visión proucraniana, admiten el riesgo de incorporarla.

“No ven con buenos ojos seguir provocando a Rusia”, señaló el representante de la UNAM, luego de que el Kremlin advirtió que están a un paso de una Tercera Guerra Mundial para bloquear el ingreso de Zelenski al bloque geopolítico, que se acerca más a sus fronteras, pues en la guerra sumó a Finlandia y Suecia está a nada de ser miembro.

Por ello, el especialista en seguridad de La Salle, Alejandro Martínez Serrano, precisó que el balance no es positivo ni siquiera para el invasor. En unos 17 meses no venció a Ucrania ni forzó a un cambio de régimen, amenaza que también lo persiguió con Wagner. En tanto, Ucrania sale a flote gracias a aliados; de no ser por ellos ya habría negociado con Moscú.

Los tres analistas recalcaron que ambos países siguen con sus posturas territoriales, pese a jaloneos y ofensivas. Serbin enfatizó que ésta es “la traba fundamental”, ya que Moscú no devolverá lo que incorporó, previo a la primera elección en las repúblicas de Donetsk, Lugansk, Jerson y Zaporiyia.

Por separado, Beristain dijo que Putin tiene un factor a favor, pues si su recuperación económica es en menor tiempo que Ucrania facilitará la transición que Zelenski intenta evitar, pues no quiere ser el presidente que perdió territorio ante un Estado terrorista, como con Crimea en 2014, pero “Rusia trata de quedarse (en zonas anexadas) y Ucrania, recobrar la mayor cantidad de territorio hasta que ya no le dé para continuar”.

Crisis "borrada"

En la reunión en Vilna pasó casi desapercibido el plan del Grupo Wagner contra Putin. Aunque aliados de Kiev hablaron del tema, éste no se tocó en reuniones de la cumbre. Ello evidencia qué tal acción no trastocó al régimen.

Martínez Serrano precisó que, aunque sí “conmocionó al mundo”, el golpe se diluyó y parece que la estrategia rusa es que nadie lo recuerde; mientras que Serbin resaltó que persiste la opacidad, sin detalles claros de un tema que no prosperó, ya que los generales “Serguei Shoigu (ministro de Defensa) y Valeri Gerasimov (jefe del Estado Mayor) siguen en sus posiciones”, pese a las críticas del líder mercenario, Yevgeni Prigozhin, para derribarlos.

En tanto, el experto en guerras insistió que este hecho sorprendió, pues ni Estados Unidos imaginó un quiebre entre mercenarios y Putin.

De víctima a victimario

Previo al nuevo respaldo, EU ofreció entregar municiones de racimo a defensores, tema que analistas ven como un cambio drástico.

Para Beristain, si Kiev utiliza las bombas sería una contradicción tras presentarse como la víctima “y se pondría del otro lado del espectro”, evidenciando que es lo último que les queda, porque se agotaron las armas y el stock convencional, a unos días de que Gran Bretaña le recordó que “no son Amazon”, ante las presiones.

Por separado, Martínez Serrano aseveró que usar esas municiones “refleja que Occidente está incentivando más la violencia y la guerra para defender más que una postura bélica, una política e ideológica”, al recordar que sería una jugada electoral porque Joe Biden busca la reelección y garantizó su apoyo “hasta las últimas consecuencias”.

Dicho escenario muestra que prevalece la impunidad, ya que estas armas están prohibidas, como enfatizó Amnistía Internacional (AI). Pero ni Rusia ni Ucrania ni Estados Unidos se rigen bajo los mandatos de la Convención sobre Municiones en Racimo, vigente desde 2008, ni de la Corte Penal Internacional (CPI), que investiga posibles crímenes de guerra cometidos en el conflicto.