Promete Biden acción ante víctimas en Texas

Afectados por la masacre en la Escuela Primaria Robb en Uvalde, Texas, exigieron al presidente Joe Biden “hacer algo” ante esta violencia en medio de fuertes reclamos por la inacción policial que cobró la vida de 19 niños y dos maestras, hecho por el que el Departamento de Estado ya inspecciona la respuesta de las autoridades locales.

Vestido de luto y cinco días después de la peor matanza en ese estado, Biden externó a cada una de las familias su pesar y consuelo luego de visitar junto a su esposa, Jill Biden, el memorial con las cruces y fotografías de las 21 personas asesinadas la semana pasada, momento en que no pudo evitar las lágrimas frente a la prensa, al limpiarse en al menos una ocasión el rostro, y aseveró que responderá a estas exigencias.

Tras acudir a la misa en la iglesia del Sagrado Corazón en honor a niños de entre nueve y 11 años, el demócrata, que insiste en cambios legislativos en favor del control de armas, sostuvo “lo haremos”.

Y reiteró a través de su cuenta de Twi-tter “estamos comprometidos a convertir ese dolor en acción”, mientras pobladores pedían a gritos cambiar los discursos por hechos para evitar más dolor como el que Salvador Ramos, joven de 18 años, les provocó al matar en un salón de clases a sus hijos. En tanto, el arzobispo Gustavo García-Siller, resaltó que el mandatario “entiende bien lo que está pasando” y se dijo agradecido por el respaldo y solidaridad con la región.

Y es que en medio del dolor, mismo que la Policía no impidió al tardar una hora en entrar al plantel y reconocer como “un error” no identificar el peligro, algunas de las familias en duelo recriminan que haya más restricciones para los menores para comprar cerveza o cigarros que un fusil de asalto, como el rifle semiautomático AR-15 que Ramos disparó en la primaria. Incluso, otros más se lanzaron contra el gobernador republicano Greg Abbott, quien se sumó a las vigilias por las 21 víctimas.

Asimismo, la pareja presidencial, que desde la tarde colocó un ramo de rosas blancas frente al campus, se reunió con sobrevivientes, paramédicos, bomberos y otros líderes de la zona. Con estas pláticas busca conocer de primera mano lo que se vivió el pasado 24 de mayo, cuando padres se ofrecieron a ingresar con chalecos antibalas, al ver que los oficiales tardaban en definir. Posteriormente, se dirigió a San Antonio para volver al Washington, sin ofrecer una conferencia.

Esto mientras los reclamos y el enojo no cesan por la falta de decisión de las autoridades regionales para entrar, lo que familiares de las víctimas consideran habría salvado más vidas.

Previo a su visita en Uvalde, el Departamento de Justicia confirmó que puso lupa a los tiempos de respuesta durante la segunda peor matanza escolar en las últimas dos décadas.

Dichas acciones responden a una petición del alcalde Don McLaughlin, de acuerdo con el vocero del departamento, Anthony Coley, quien indicó que se analiza toda la cronología como los primeros disparos, las llamadas de ayuda al 911 de los niños, el arribo policial y el ingreso de las fuerzas armadas casi una hora después, pues a su entrada el atacante ya había asesinado a las 21 víctimas reportadas hasta el momento.

Según el gobierno federal, el objetivo es “identificar las lecciones aprendidas y las mejores prácticas”, lo que confirma que el plan para detener al tirador de la Escuela Primaria Robb fue una mala estrategia. Pero ante las especulaciones, reiteró que la investigación, a cargo de la Oficina de Servicios Policiales Orientados a la Comunidad, será “justa, transparente e independiente”, pues las propias autoridades difieren en torno a los tiempos de respuesta de lo que inicialmente identificaron como un “tiroteo activo”.

Lo que recuerda que en la década pasada, el Departamento de Justicia hizo lo mismo en dos casos: un atentado terrorista en California y una masacre en un club nocturno de Florida.

Cabe destacar que los propios padres de familia han puesto la mira en la actuación de los agentes tras denunciar que éstos los bloquearon cuando ellos se ofrecieron a ayudar a sacar a los menores.