Romney y Pence son rescatados de la turba

Hunden videos defensa de Trump en día 2 de juicio

Demócratas presentan material inédito; narran ataques y huida de legisladores para esquivar a turba de agresores en asalto al Capitolio

El entonces vicepresidente Mike Pence es trasladado junto a su familia a una zona segura por un equipo especial.
El entonces vicepresidente Mike Pence es trasladado junto a su familia a una zona segura por un equipo especial.Foto: AP
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Una versión de los demócratas más ofensiva recurrió a videos inéditos para evidenciar la “escalofriante” violencia causada por Donald Trump y demostrar que ésta pudo ser mayor al saldo de cinco muertos que dejó el asalto al Capitolio.

Con grabaciones de seguridad del recinto, de las cámaras corporales de policías y de medios de comunicación, los legisladores que ejercen de fiscales en el impeachment advirtieron que ni el entonces presidente estimó el daño provocado, pues senadores, asesores y funcionarios estuvieron a escasos metros o minutos de ser alcanzados por una turba a la que incitó el magnate y a la que se sumaron miembros del grupo supremacista blanco Proud Boys.

Ése fue el caso del republicano Mitt Romney, quien se libró de encontrarse de frente con los invasores del Capitolio durante la certificación de la elección gracias a la reacción del oficial de Policía del recinto, Eugene Goodman.

Romney, quien se ha mostrado crítico con el exmandatario, camina sobre un pasillo cuando Goodman corre hacia él y lo pasa, pero voltea para pedirle que se regrese y se ponga a salvo, pues prácticamente se dirigía a los simpatizantes enardecidos que se encontraban un piso abajo, así lo relató la delegada Stacey Plaskett, quien calificó la labor del encargado de la seguridad de “heroica”.

En otro video se observa cuando al menos siete trabajadores atraviesan pasillos y corren hacia una oficina detrás de la sala de conferencias para refugiarse; ahí se atrincheraron ante el paso de los alborotadores, quienes siete minutos después invadieron el pasillo y comenzaron a romper puertas contiguas y, aunque uno de los asaltantes intentó derribar la suya, no lo logró. Mientras que en otra grabación se ve a senadores salir por unas escaleras.

Gráfico
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Con una cronología más detallada y evidencia perturbadora nunca antes mostrada los demócratas situaron el segundo día del juicio en lo que pudo ser si uno de ellos hubiera sido tomado como rehén.

Plaskett advirtió que el mismo Trump puso un blanco en la espalda de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el entonces vicepresidente Mike Pence, quien fue evacuado por un equipo de seguridad sólo 14 minutos después de la irrupción; ambos fueron criticados por Trump por actuar supuestamente en su contra.

En el segundo round del proceso, los demócratas buscaron revivir el alto nivel de la turba de Trump para detener la certificación electoral; buscan atraer votos republicanos para lograr sentenciarlo por estos hechos.

La delegada asumió el liderazgo, de la mano de Jamie Raskin, de la sesión que se extendió más de siete horas para acusar al magnate, pues afirmó que desde mediados de 2020 Trump cultivó grupos de alborotadores que finalmente activó violentamente el 6 de enero, como su última carta para retener el poder.

Incluso comparó el asalto al Capitolio con los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, al asegurar a casi 20 años de los hechos, que verdaderos patriotas son los 44 pasajeros que evitaron que un avión se estrellara en el recinto y no a quienes Trump calificó de esta manera por respaldarlo para defenderlo de un supuesto robo electoral.

Siguiendo un poco la estrategia del expresidente, los demócratas Raskin, Plaskett, Joe Neguse, Joaquin Castro, Eric Swalwell, Ted Liu, David Cicilline y Madeleine Dean reafirmaron sus posturas con declaraciones repetitivas y retomaron los tuits incisivos de Trump al insistir que es el único responsable.

En las primeras horas de ayer presentaron los tuits, entrevistas y discursos que emitió el aún presidente de manera premeditada durante 2020 en su negativa a aceptar una posible derrota electoral, declaraciones que se volvieron más desafiantes tras la elección, pues convirtió la acusación de un supuesto fraude en su estandarte para empujar a sus simpatizantes a defenderlo y no rendirse hasta revertir el resultado.

FISCAL PIDE PRUEBAS DE PRESIONES

Autoridades de Georgia demandaron a funcionarios a resguardar la evidencia de la llamada de Trump al secretario de Estado, Brad Raffensperger, al considerar que es un hecho de “alta prioridad”.

El objetivo es analizar el material de la conversación telefónica del pasado 2 de enero para determinar si hubo alguna violación a la ley, como ya lo investiga ese estado, en el llamado del magnate para hallar 11 mil 780 votos para revertir los resultados y con lo que podrían imputarle delitos graves.