Rusia arremete contra Occidente, luego ataca

El Kremlin acusó a Estados Unidos de planear el presunto homicidio del presidente ruso, Vladimir Putin, en medio de la guerra con Ucrania, acto por el que ya toman represalias contra el vecino al bombardear Kiev y otros territorios.

Un día después de exponer el supuesto atentado de las fuerzas defensoras, el vocero ruso, Dmitri Peskov, apuntó directamente contra el Gobierno de Joe Biden —el principal exportador de armas a Ucrania— como el autor intelectual del plan contra la sede presidencial, mientras que los aliados de Putin en la región reiteraron que el líder ucraniano, Volodimir Zelenski, pagará ante la justicia por tales atrevimiento.

“Kiev hace lo que se le ordena”, denunció el representante de Putin en torno a la supuesta ejecución “terrorista” con dos drones que sobrevolaron uno de los palacios del Kremlin, sede en la que

reiteró no se encontraba Putin, pero que ya retornó a sus actividades para demostrar que nada lo intimida.

Pero los invasores reiteraron que fueron víctimas de una agresión de Occidente, pues señalaron que en dichas acciones también estaría involucrada la Unión Europea (UE), en su intento de ganar respaldo en la estrategia bélica tras más de 400 días en guerra como parte de su campaña rusofóbica.

Sin embargo, el régimen invasor no presentó pruebas de la participación, ni de la culpabilidad del equipo de Zelenski.

Al respecto, expertos del Instituto de la Guerra advirtieron que la información, de origen ruso, revela que fue un ataque de bandera falsa para justificar otra embestida contra la nación invadida, pues consideró poco creíble que dos aviones no tripulados traspasaran “las capas de defensa antiaérea” en la Plaza Roja para siquiera herir al líder del Kremlin, hecho en el que Moscú no ha aclarado la presencia de dos personas escalando la cúpula donde ocurrió el estallido.

Ante las acusaciones, Casa Blanca respondió a los señalamientos al tachar de “ridícula” y “mentirosa” la versión rusa. El vocero del Consejo de Seguridad de EU, John Kirby, desmintió las declaraciones de Peskov y afirmó que no tienen nada que ver. Y recordó que el Gobierno de Biden ni siquiera está de acuerdo con ataques contra el territorio ruso, por lo que jamás habrían intentaron matar a Putin como aseguran.

En tanto, el responsable de esta guerra cumplió su amenaza y tras unas 24 horas lanzó un golpe con drones, la misma herramienta usada en su contra, hacia la capital ucraniana y regiones como Odessa,lo que provocó incendios en Solomianski, de acuerdo con fuerzas ucranianas que revelaron que los artefactos usados tenían inscritos los mensajes “por Moscú” y “por el Kremlin”, esto poco después de derribar 18 de más de 20 lanzamientos “kamikaze” de madrugada.

Ante esta escalada, las tropas locales señalaron que la nación repelió hasta 50 ataques en total, pero estaban fuertemente preparados, pues sabían que Rusia no tardaría en tomar represalias tras la “escenificación” como la calificó el asesor presidencial, Mijailo Podoliak; no obstante, Inteligencia de aliados descarta una ofensiva masiva ante las bajas sufridas por Rusia, pues advierten que ésta les generaría más costos que ganancias.

En tanto, Zelenski insistió que su mira sigue puesta sobre la victoria y no se distraerá con las acusaciones del régimen.

Aprovechó su visita en La Haya, a Países Bajos, para exigir otra vez la creación de un tribunal especial para castigar al invasor por los múltiples crímenes de guerra y claras violaciones al derecho internacional, luego de dialogar con el primer ministro, Mark Rutte.

Incluso, sostuvo ante los presentes que “todos queremos ver a Vladimir aquí”, pues debe rendir cuentas por la supuesta “operación militar especial” en la que deportó a cientos o miles de niños para educarlos como rusos.

Por ello, solicitó a europeos aviones de combate para la contraofensiva y por protección de su pueblo, al recalcar que la misión de Ucrania “es hacer todo lo posible para que la vida gane”.