Teme colombiana por su vida tras escándalo con agentes de EU

Teme colombiana por su vida tras escándalo con agentes de EU
Por:
  • notimex

Dania Londoño Suárez.- Foto: especial

Bogotá.- La colombiana Dania Londoño Suárez, protagonista del escándalo sexual que en abril pasado afectó al servicio secreto del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, admitió hoy que teme por su vida y la de su hijo.

“Temo por las represalias que puedan tomar (los agentes)”, señaló la mujer, quien dijo a una radio local que debió salir de Colombia "a raíz de todo ese problema, porque me tachaban de la prostituta y por miedo” a lo que le pueda ocurrir.

En entrevista con la emisora La W, Londoño tildó de "bobos" a los agentes del servicio secreto estadunidense involucrados en el escándalo sexual, porque “si hubiera sido una delincuente les hubiera podido hacer lo que quisiera”.

Aclaró, sin embargo, que nunca se enteró que se trataba de agentes encargados de la seguridad del presidente Obama, porque "en ninguno momento mostraron placas. Eran como cualquier otro gringo".

Relató que al llegar al hotel en el puerto caribeño de Cartagena, donde en abril pasado se realizó la Cumbre de las Américas, el agente que contrató sus servicios se durmió toda la noche y “le habría podido sacar información de seguridad si hubiera querido”.

“Nunca supe que eran agentes, si yo me hubiese enterado que eran eso no hubiera llamado a la policía local (para exigir el pago por la noche), porque esto ha dañado mi imagen y mi vida”, subrayó la mujer.

Detalló que sólo unos días después que se desató el escándalo, se enteró de que se trataba de los hombres que cuidaban a Obama en la VI Cumbre de las Américas celebrada en abril en Cartagena.

Según manifestó, después de tomar unas copas y bailar, el estadunidense le sugirió que fueran al hotel, a lo que ella accedió, pero pidiéndole "un regalito" (dinero) por los servicios.

"Primera botella de vodka, segunda botella de vodka, tercera botella de Vodka. Yo salgo contigo, pero quiero que me des un regalito. Bailamos, tomamos. Me dijo: 'vámonos para el hotel' y le pedí 800 dólares", concluyó.

La mujer dejó en claro en su relato a la radio colombiana que no es una prostituta, sino una dama de compañía que "sólo atiende a extranjeros" que visitan a la ciudad caribeña de Cartagena.