Rusia aprueba vacuna en la que no confían ni científicos locales

Ven abierta caja de Pandora por atajos del Kremlin

Prototipo no estaba entre los seis más avanzados en registros de la OMS, que pide no comprometer seguridad; lo bautizan “Sputnik V”, en alusión a la carrera espacial de la Guerra Fría

En el proceso de desarrollo de la vacuna, Rusia fue acusado por autoridades de Estados Unidos, Reino Unido y Canadá por robo de datos.
En el proceso de desarrollo de la vacuna, Rusia fue acusado por autoridades de Estados Unidos, Reino Unido y Canadá por robo de datos.Foto: Reuters
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En un esfuerzo por ponerse a la cabeza de la carrera cada vez más politizada por el desarrollo de la vacuna contra el Covid-19, Rusia abrió ayer una “caja de Pandora” al aprobar con atajos a los protocolos de seguridad la “primera” vacuna contra el Covid-19, una decisión que ha sido cuestionada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), funcionarios de Estados Unidos y hasta expertos de ese país.

“¿Por qué todas las compañías cumplen las normativas, pero las rusas no? Las normativas para realizar ensayos clínicos están escritas con sangre. No se pueden violar. Ésta es una caja de Pandora y no sabemos qué les ocurrirá a las personas que hayan recibido una vacuna no probada”, alertó la directora ejecutiva de la Asociación de Organizaciones de Ensayos Clínicos de Rusia (OTCA, por sus siglas en ruso), Svetlana Zavidova, citada por The Associated Press.

Horas antes, la organización dijo que “la aprobación acelerada no convertirá a Rusia en el líder de la carrera, sólo expondrá a los consumidores de la vacuna a un peligro innecesario”.

Fue el propio presidente ruso, Vladimir Putin, quien ayer anunció la aprobación del Ministerio de Salud del prototipo desarrollado por el Ministerio de Defensa y el Instituto Gamaleya, y dijo que una de sus dos hijas adultas ya fue inoculada y tras dos días con fiebre está bien y con anticuerpos.

Durante una reunión con los miembros del Gobierno, añadió: “funciona relativamente bien, crea una inmunidad sostenible y, reitero, pasó todas las pruebas necesarias”.

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El mandatario precisó que la vacunación de la población deberá realizarse exclusivamente de forma voluntaria, agregando que espera que la producción en masa del medicamento empiece en breve.

Por su parte, Víctor Zúyev, jefe del departamento de microbiología de enfermedades latentes del Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, aseguró que la vacuna es segura y eficaz, y que él mismo, junto con otros desarrolladores, ya recibieron la dosis, tras lo cual se siente “genial”.

Respecto a la rapidez con la que se desarrolló la vacuna, señaló que “no hay nada sorprendente”, pues el desarrollo está basado en los trabajos de la vacuna contra el Ébola, por lo que esta nueva investigación, realizada por “personas altamente calificadas” tenía el “camino ya pavimentado”.

Por si quedaban dudas de que la carrera por el desarrollo de la vacuna se asemejaba cada vez más a la armamentista y espacial de la Guerra Fría, Rusia eligió el nombre de “Sputnik V” para la vacuna, en homenaje al primer satélite de la historia.

Luego del anuncio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) subrayó que la organización se siente animada “por la rapidez en que se están desarrollando las vacunas” y espera que algunas de ellas “se muestren seguras y eficientes”, pero alertó que el desarrollo ruso debe ser revisado para su precalificación.

“Acelerar los progresos no debe significar poner en compromiso la seguridad”, señaló en rueda de prensa el portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic, quien añadió que la organización está en contacto con las autoridades rusas y de otros países para analizar los progresos.

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En total, la OMS contabiliza seis prototipos de vacunas (tres chinos, dos estadounidenses y uno de Reino Unido) entre los que se encuentran en la Fase 3 de pruebas masivas; la del Instituto Gamaleya apenas se encuentra en la Fase 1, pues sólo ha sido testeada en 76 voluntarios.

Entre funcionarios de Estados Unidos también generó preocupación. El secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Alex Azar, dijo ayer que “el punto no es ser el primero con una vacuna. El punto es tener una vacuna que sea segura y efectiva”.

Mientras que el excomisionado de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) dijo “no lo tomaría, ciertamente no fuera de un ensayo clínico en este momento”.

Otros expertos advirtieron que si el ensayo sale mal, dará fuerza a los movimientos antivacunas: “La vacunación masiva con una vacuna probada incorrectamente no es ética. Cualquier problema con la campaña de vacunación rusa sería desastroso tanto por sus efectos negativos en la salud, como porque retrasaría aún más la aceptación de las vacunas en la población”, dijo Francois Balloux, experto del Instituto de Genética de la University College de Londres, citado por Reuters.

LA QUIEREN EN 20 PAÍSES

 El Fondo de Inversión Directa (RFPI) de Rusia aseguró que ya recibió solicitudes de más de veinte países, aunque no especificó cuáles, para la compra de mil millones de dosis de la vacuna rusa contra el Covid-19.

Rusia ha acordado producir su vacuna contra el coronavirus en cinco naciones y que espera recibir la aprobación para la producción del fármaco en varios Estados latinoamericanos para noviembre, por lo que estiman 500 millones de dosis en los próximos 12 meses.

Adelantó que se perfila su producción en Cuba y Brasil; en ese último país, junto con Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí y Filipinas, se estaría llevando a cabo la última fase de pruebas, que iniciará el 12 de agosto con “varios miles de personas”.

Creada de forma artificial, sin ningún elemento del coronavirus en su composición, Sputnik V se presenta en forma liofilizada, como un polvo que se mezcla con un escipiente para disolverlo y luego administrarlo por vía intravenosa.

“La experiencia con las vacunas vectoriales (con esquema de doble inyección) muestra que la inmunidad permanece hasta 2 años”, reza el informe emitido por el Ministerio de Salud de Rusia.