Queremos que se vaya Hezbolá, exigen

Segundo día de furia en Beirut tras explosión

Manifestantes chocan con la policía antidisturbios; exigen reformas políticas y económicas; dimiten 2 secretarios de gobierno y 7 legisladores; ofrece ayuda internacional 300 mdd

Segundo día de furia en Beirut tras explosión
Segundo día de furia en Beirut tras explosiónFoto: AP
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Miles de manifestantes tomaron las calles de Beirut, en la segunda tarde consecutiva de protestas contra las autoridades libanesas, luego de la explosión de 2.7 toneladas de nitrato de amonio, almacenados sin seguridad en el puerto de la ciudad, la cual provocó la muerte de al menos 158 personas y dejó a más de seis mil lesionados.

La policía libanesa disparó gases lacrimógenos para tratar de dispersar a manifestantes que arrojaban pedradas y bloqueaban un camino cerca del parlamento, donde se desató un incendio cuando los manifestantes intentaron irrumpir en un área acordonada. También entraron por la fuerza en las oficinas de los ministerios de Vivienda y Transporte.

“Dimos a estos líderes tantas oportunidades para que nos ayudaran y siempre fracasaron. Queremos que se vayan todos, especialmente Hezbolá, porque es una milicia y sólo intimida a las personas con sus armas”, dijo Walid Jamal, un manifestante desempleado, refiriéndose al grupo armado más influyente del país, apoyado por Irán, que tiene ministros en el gobierno, en un testimonio recogido por Reuters.

Las protestas de este fin de semana son las más grandes desde octubre, cuando los libaneses consiguieron derribar a Saad Hariri, predecesor del actual primer ministro Hassan Diab.

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El exprimer ministro libanés Tammam Salam, quien ocupó el cargo de 2014 a 2016, ayer negó haber recibido correspondencia o información sobre el cargamento de explosivos que fueron atracados en la capital libanesa desde 2013 y asegurados por las autoridades en 2014, como aseguran versiones que han circulado en distintos medios de comunicación.

A causa de la explosión, ayer dejaron sus puestos los ministros de Información, Manal Abdel-Samad, y de Medio Ambiente, Damianos Kattar; los dos admitieron que el gobierno falló y que dimitían para intentar resarcir los daños. En ese mismo sentido, siete legisladores han dejado sus escaños.

Sin embargo, el patriarca maronita cristiano del país, Bechara Boutros al-Rai, dijo que todo el gabinete debería renunciar: “La dimisión de un diputado o de un ministro no es suficiente (...) todo el Gobierno debería dimitir ya que no puede ayudar al país a recuperarse”, dijo en su sermón del domingo.

DISTRIBUIRÁN DINERO SIN PASAR POR POLÍTICOS

 Una conferencia de donantes organizada por Francia y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para apoyar a Líbano prometió al país cerca de 300 millones de dólares a cambio de reformas políticas y económicas.

En ese encuentro por videoconferencia participaron representantes de 28 países, incluidos Estados Unidos, España y Brasil, y de instituciones como la Unión Europea, la Liga Árabe, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La oficina del presidente francés, Emmanuel Macron, quien dirigió la conferencia, dijo que la reunión recaudó promesas por valor de casi 253 millones de euros (298 millones de dólares). En sus comentarios de apertura, Macron dijo que los fondos apoyarían principalmente la atención médica, la seguridad alimentaria, la educación y la vivienda.

Un joven manifestante arroja una piedra, durante las movilizaciones, ayer.
Un joven manifestante arroja una piedra, durante las movilizaciones, ayer.Foto: Reuters

“Las autoridades libanesas ahora deben implementar las reformas políticas y económicas exigidas por el pueblo libanés y que, por sí solas, permitirán a la comunidad internacional actuar eficazmente junto con Líbano para la reconstrucción”, dijo Macron.

Las sumas se enviarán a través de la ONU y organizaciones civiles, en lugar del gobierno libanés, de acuerdo con las demandas de una gran parte de la población, que teme que los fondos se pierdan por la corrupción.

Esta cantidad luce corta respecto a los más de tres mil millones de dólares en los que las autoridades de Beirut estiman las pérdidas causadas por la explosión, que dejó a más de 250 mil personas sin hogar, destruyó tres hospitales y dejó al país al borde de una crisis alimentaria, por la destrucción del silo más grande que tenían.

La declaración conjunta añadió que están disponibles para colaborar en la necesaria “investigación imparcial, creíble e independiente” sobre las causas.

Horas antes, el presidente libanés, Michel Aoun, dijo que las demandas de una investigación internacional tenían como objetivo “perder el tiempo”.

“El poder judicial debe ser rápido para confirmar quién es un criminal y quién es inocente”, dijo Aoun en un comunicado compartido en Twitter.

Entre los que solicitaron una investigación exhaustiva está el presidente estadounidense, Donald Trump, quien desde el día del estallido especuló, supuestamente citando a militares, que tenía pinta de “un terrible ataque” ejecutado con “alguna especie de bomba”.

Trump “instó al Gobierno del Líbano a realizar una investigación completa y transparente, en la que Estados Unidos está dispuesto a ayudar”, informó la Casa Blanca, luego de la intervención del mandatario.