Agradece asistencia “poderosa” de aliados

Zelenski rechaza caída de Bajmut; destaca apoyos millonarios para la guerra

Fuerzas defensoras resaltan avance en ese punto al adentrarse y replegar medio km al enemigo; confía presidente de Ucrania en garantizar la “coalición de caza”; siguen promesas para entrenar pilotos y enviar ayuda

El presidente Volodimir Zelenski,con ropa militar, es arropado por sus aliados Olaf Scholz (1), Joe Biden (2), Fumio Kishida (3) y Emmanuel Macron (4) en Hiroshima.
El presidente Volodimir Zelenski,con ropa militar, es arropado por sus aliados Olaf Scholz (1), Joe Biden (2), Fumio Kishida (3) y Emmanuel Macron (4) en Hiroshima.Foto: AP
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El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, desmintió la caída de Bajmut al insistir que sus tropas siguen firmes, con más asistencia “poderosa”, un paquete de 375 millones de dólares y la confianza en concretar la “coalición de cazas”.

Luego de asistir como invitado estrella a la reunión del G-7 en Hiroshima, aplaudió el coraje de sus tropas al revelar que se fortalecen cada día más al frenar a un Estado 10 veces mayor.

“Aumentaremos el potencial de Ucrania”, sostuvo ante líderes de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón al precisar que dicha región “no está capturada”, sin interpretaciones. Aclaró la confusión luego de que admitió que la zona estratégica, por sus conexiones e historia en la era soviética, ya no existe ante la devastación con drones, misiles y bombas guiadas.

El defensor dijo que regresa con refuerzos, por el compromiso de europeos y EU de capacitar a pilotos en el manejo de F-16, la futura transferencia de equipo y el nuevo paquete económico de Wa-shington, pues insistió que el invasor no los romperá ni los hará retroceder, luego del cambio de postura de su homólogo Joe Biden, pese a la renuencia de aliados.

Las Fuerzas Armadas de Kiev respaldaron a su mando al confirmar que se adentraron más de medio kilómetro en Bajmut, pues su cambio estratégico de resistir en el frente por agotar al rival tras cercarlo sí funciona.

El líder de las fuerzas terrestres, Oleksander Syrski, precisó que ayer un grupo de asalto amplió los accesos y despejó el territorio de enemigos, según Ukrinform. Pese a la situación desafiante, aseguró que el llamado “epicentro” de la guerra de los últimos nueve meses está bajo control y además cercaron los suburbios hacia la zona para bloquear al ocupante, lo que contradice las versiones del

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Kremlin, que alardeó de tomar la ciudad, según declaraciones de Yevgeni Prigozhin, líder del Grupo Wagner.

Dicha postura es vista en Kiev como un intento desesperado de propaganda rusa ante los golpes sufridos, territoriales y en bajas, pues según inteligencia aliada hasta 100 mil de las muertes registradas en casi 15 meses fueron en esa zona.

Y los locales resaltaron que aún tienen la ventaja, pues las tropas de Vladimir Putin no han roto a sus equipos en Liman, Avdivka y otras provincias en las que limitan al invasor, ante lo que Moscú extendió los ataques a Donetsk, Jarkov, Jerson, Kiev, Sumi y Zaporiyia con un saldo de tres muertos y siete heridos al tratar de doblegar a los defensores.

En este encuentro, que incluyó reuniones en privado, Washington no fue el único que llegó con las manos llenas. La isla anfitriona prometió entregar 100 vehículos y 30 mil kits de alimentos para refugiados y desplazados al garantizar que “están más unidos que nunca”, y alistan un monto de siete millones de dólares para reconstruir la nación invadida.

Más tarde, Zelenski agradeció a sus aliados como pilar de una asistencia cada vez más fuerte sin desistir de su “coalición”, tras dialogar también con miembros de la Liga Árabe y de otras regiones.

Agregó que la prioridad actual es reforzar sus escudos para evitar el prolongamiento de este conflicto, al tiempo que definen la esperada contraofensiva sin dar detalles que los pongan en riesgo.

Apuntó que desea ver las máquinas de Occidente en cielos ucranianos, que dijo no usará contra Rusia al señalar que la transferencia de aviones a través de terceros garantiza su protección y prosperidad ante un Estado terrorista. E insistió que ya no importa “cuántos misiles tiene nuestro enemigo común, sino cuántos sistemas de defensa aérea tenemos”.

También aprovechó la historia de la sede de este encuentro para presionar a sus aliados, al comparar la devastación actual en su país con la provocada ahí en 1945 durante la Segunda Guerra Mundial, sin aludir a responsables.

“No hay absolutamente nada vivo”, externó al resumir la destrucción como “absoluta y total” en uno de sus pueblos, luego de recorrer el Museo de la Paz.

Sus declaraciones fueron usadas por el rival, pues el Kremlin denunció que la sede “cínica” —por el golpe de un miembro del G-7 contra otro hace décadas— fue utilizada para incitar la rusofobia y restricciones contra China, régimen al que Occidente también intenta controlar, según el Ministerio de Exteriores.

En un comunicado, la representación rusa enfatizó que ese grupo está plagado de “xenofobia” al politizar una alianza contra un enemigo común para socavar la estabilidad global, pues insistió que al promover sanciones y medidas en su contra sólo aíslan más a su gobierno, por una disputa histórica que tiene con Occidente, principalmente con EU. Pero también se corre el riesgo de desencadenar un conflicto mayor, según una nueva advertencia a quienes apoyan a Ucrania.