Derivado de la posición geográfica de México y sus múltiples acuerdos comerciales que ubican al país como el octavo mayor productor de vehículos en el mundo, la automotriz alemana Daimler que ya produce camiones en el país, decidió producir otra vez en territorio nacional, luego de que en 1999 canceló la fabricación de sus unidades de lujo. De la mano de la franco-japonesa Renault-Nissan, invertirán mil 360 millones de dólares en una planta en Aguascalientes.
La inversión a partes iguales (50 por ciento) entre Daimler y Renault-Nissan tendrá una capacidad de producción de 300 mil vehículos al año.
En 2013, México fabricó poco más de 3.05 millones de vehículos, cifra que lo ubicó como el octavo mayor productor de vehículos en el mundo, sólo superado por Brasil, India, Corea del Sur, Alemania, Japón, Estados Unidos y el líder mundial China que el año pasado ensambló 22.1 millones. A manera de comparación, basta señalar que en 2013 por cada 100 autos fabricados en México, China ensambló 720 unidades.
Será en 2017 cuando salga de la línea de producción el primer vehículo Nissan de esa inversión y en 2018 cuando se ensamble el primer Mercedes-Benz (es la marca de vehículos de Daimler) hecho en México.
Mercedes-Benz inició operaciones en México en 1956, pero en 1964 por una regulación que obligaba que los vehículos comercializados en el país deberían tener un mínimo de 60 por ciento de contenido local, la alemana dejó de producir autos. En 1993, reinicia la producción en el país, en el Estado de México (municipio de Santiago de Galeana), pero tras la fusión con Chrysler (en 1999), se elimina.
Si bien, la venta de los vehículos de lujo se importa de otros países, la alemana en México es uno de los mayores productores de camiones y autobuses con plantas de producción en el Estado de México, Saltillo, Coahuila y García, Nuevo León.
La nueva planta para Mercedes-Benz se unirá a las 10 que tiene la compañía países como: Alemania, Estados Unidos, China, Francia, Hungría, Sudáfrica, India, Vietnam e Indonesia y Finlandia.
Esa nueva inversión se suma a las anunciadas recientemente. En febrero la japonesa Honda informó que invertiría mil 270 millones en Celaya (800 para vehículos y 470 para una planta de transmisiones), la también japonesa Mazda desembolsa 770 millones de dólares para una planta en Salamanca, Guanajuato.
Según la Cepal, en los últimos siete años, la inversión en la industria automotriz supera los 20 mil millones de dólares, esto principalmente por la ubicación geográfica y los acuerdos comerciales del país, elementos que la harán escalar todavía más su posición mundial.
“México se convertiría en un centro concentrador (hub) de la producción mundial, aprovechando su cercanía al mercado de los Estados Unidos. En este escenario, se estima que la industria automotriz mexicana podría transformarse en la segunda exportadora de vehículos del mundo en 2017”, informa la Cepal en un reporte.
Actualmente, México es el octavo mayor productor mundial y el segundo mayor exportador de autos a Estados Unidos, esto último al desplazar a Japón de esa posición.