La tensión entre Estados Unidos y la Unión Europea por la entrada en vigor de los aranceles recíprocos el próximo 2 de abril, abre un nuevo capítulo en el que las dos partes involucradas adoptaron posturas totalmente opuestas.
Mientras desde Europa se anunció el aplazamiento de sus primeras medidas contra Estados Unidos en respuesta a los aranceles al acero y al aluminio del presidente Donald Trump, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, manifestó que el magnate ha sido claro sobre sus intenciones en aplicarlos.
“El presidente ha sido particularmente claro sobre sus intenciones para el 2 de abril, que será un gran día para nuestro país”, manifestó, con lo que anuló por completo las declaraciones a inicio de semana del Secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien abrió la posibilidad de que Washington suspendiera los aranceles si los países detienen las prácticas que se consideran injustas.

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“Vamos a ir a decirles, miren, aquí es donde creemos que están los niveles de tarifas, las barreras no arancelarias, la manipulación de la moneda, la financiación injusta, la supresión laboral”, señaló Bessent apenas el martes.
Estas declaraciones habrían alentado a la UE a tomar la decisión de que la primera parte de sus aranceles se activen hasta el 13 de abril y no el 1, como inicialmente se tenía previsto. Maros Sefcovic, jefe comercial de la UE, dijo ante el Parlamento Europeo que la decisión se tomó con el fin de permitir tiempo adicional para las conversaciones con Washington.
“Ahora estamos considerando alinear el calendario de las dos series de contramedidas de la UE para poder consultar con los Estados miembros ambas listas simultáneamente y esto también nos daría más tiempo para las negociaciones con nuestros socios estadounidenses”, aseguró. Más tarde, la Comisión confirmó que todas las contramedidas de la UE entrarían en vigor a mediados de abril.
Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos volvió a dejar en claro que los aranceles recíprocos del presidente Donald Trump entrarán en vigor a partir del 2 de abril.
La intención de Trump es que las tarifas aduaneras recíprocas, consistentes en gravar productos de un país que entre a suelo americano, se ubiquen al mismo nivel que el que ese Estado aplica a los bienes de Estados Unidos.
Por otra parte, Sefcovic indicó que hasta ahora había logrado avances limitados con sus homólogos estadounidenses en las conversaciones, como en su propuesta de debatir sobre la reducción de los aranceles a la importación de bienes industriales.
“No creo que Estados Unidos esté pensando en esa dirección”, dijo, y añadió que su prioridad parecía ser atraer inversiones y reindustrializarse. “Actualmente creen que la mejor manera de hacerlo es a través de la política arancelaria. Espero que algún día lleguemos a esta discusión, pero actualmente es evidente que no estamos ahí”, señaló.
El aplazamiento de las contramedidas podría permitir algún ajuste en los productos estadounidenses afectados, señaló la Comisión Europea. “El cambio supone un ligero ajuste del cronograma y no disminuye el impacto de nuestra respuesta”, agregó Maros Sefcovic.
Las medidas contra Europa, China, México y otros países obedecen a la estrategia enmarcada dentro de la política de Donald Trump conocida como “América Primero”, que busca “acabar con el desajuste de la balanza comercial de EU”.

