En los últimos cinco años, México se ha consolidado como uno de los mercados líderes en la industria del iGaming. Entre 2020 y 2024, los ingresos brutos generados por juegos en línea, incluyendo tragamonedas, ruleta en vivo, blackjack, póker y apuestas deportivas integradas, aumentaron de menos de 700 millones a cerca de 2,700 millones de dólares, según proyecciones de consultorías especializadas.
Este crecimiento se debe a varios factores. La migración obligatoria hacia el entorno digital durante la pandemia es uno de ellos. Además, la rápida expansión del acceso a internet móvil en áreas interiores del país ha atraído a millones de nuevos usuarios hacia los mejores casinos online en México. Como resultado, la oferta se volvió más diversa y competitiva, lo que se refleja claramente en las cifras de la industria.
El detonante digital y el modelo “phygital”
El punto de inflexión ocurrió en marzo de 2020, cuando los casinos físicos tuvieron que cerrar debido a las restricciones sanitarias impuestas a nivel federal y estatal. En tan solo tres meses, las principales operadoras reportaron incrementos superiores al 60% en la cantidad de cuentas activas.
Impulsan en el Tianguis al turismo comunitario
Para muchos jugadores acostumbrados a las mesas de ruleta tradicional, el smartphone se convirtió en la alternativa natural. Esta nueva dinámica consolidó una base de jugadores digitales que continuó expandiéndose incluso después de la reapertura física en 2022. Con el regreso gradual de los casinos tradicionales, el sector entendió que el comportamiento online había llegado para quedarse.
Los permisionarios locales, titulares de licencias expedidas por la Secretaría de Gobernación, comenzaron a invertir en estudios de transmisión propios integrados dentro de sus instalaciones físicas. De esta manera, transformaron sus mesas en atracciones híbridas, permitiendo que el mismo crupier que atendía apuestas presenciales manejara también transmisiones en alta definición.
Esto hizo posible que apostadores desde Tijuana, Mérida o incluso la diáspora mexicana en Estados Unidos participaran en la misma partida. Este formato “phygital” ha impulsado nuevas fuentes de ingreso, ya que, en la práctica, el número de participantes dejó de estar limitado por el espacio físico disponible.
Los ingresos brutos pasaron de 600 millones en 2019 a 2,700 millones de dólares en 2024, proyectándose superar los 3,000 millones en 2025. Además, la tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR) estimada en un 7.7% para el periodo 2024‑2034, supera el promedio de América Latina.
Según datos de la encuesta ENDUTIH, la penetración de internet supera actualmente el 80% de la población mexicana, equivalente a cerca de 97 millones de personas. Esto explica el incremento de cuentas activas, alcanzando los 18 millones en 2024 frente a los 15 millones del año anterior. Actualmente, un 67% prefiere jugar tragamonedas y un 42% participa en mesas en vivo, con un gasto mensual promedio de 48 dólares.
Perfil del jugador mexicano e impacto económico del sector
El usuario típico en México tiene 31 años, navega principalmente desde su smartphone y prefiere métodos de pago inmediatos. Tres de cada cinco usuarios optan por carteras digitales vinculadas al sistema SPEI disponible 24/7. Las tarjetas de débito ocupan el segundo lugar en preferencia, seguidas por las criptomonedas, que ya representan alrededor del 8% de las transacciones.
Además, en 2024 el 72% del volumen apostado provino de apps nativas para Android o iOS. Las notificaciones push segmentadas, informando sobre bonos relámpago o partidas especiales de ruleta “happy hour”, generan picos de tráfico 20% mayores que las campañas por correo electrónico y convierten usuarios ocasionales en recurrentes.
Respecto al género, aunque el público masculino aún predomina, la participación femenina aumentó del 23% al 32% entre 2021 y 2024, impulsada especialmente por slots temáticas y mesas de baccarat con dealers mujeres. Las slots inspiradas en íconos culturales nacionales, como “La Lotería” o “Día de Muertos”, son particularmente populares en horario estelar.
La familiaridad estética disminuye la curva de aprendizaje y extiende la duración de las sesiones entre tres y cuatro minutos más en promedio. Por supuesto, la tecnología desempeña un papel clave en todo esto. Programas piloto permiten “instalar” mesas 3D directamente en la sala del usuario mediante la cámara del teléfono celular.
Convirtiendo, así, a los curiosos en jugadores de pago tras pruebas gratuitas de aproximadamente quince minutos. Más allá de los avances tecnológicos actuales, la Copa Mundial de 2026 podría detonar nuevos picos en la industria del juego online. Con Estados Unidos, México y Canadá compartiendo sede, se espera la llegada de aproximadamente 5.5 millones de turistas a la región.
En marzo de 2025, Gianni Infantino confirmó que la final del torneo contará con un espectáculo de medio tiempo al estilo Super Bowl, lo cual representa una oportunidad inédita para asociaciones con empresas de iGaming. Según experiencias de torneos anteriores, los juegos del equipo anfitrión pueden aumentar las apuestas en vivo hasta en un 280%, algo muy positivo para el país en múltiples sentidos.
La AIEJA calcula que cerca de 200,000 familias dependen directa o indirectamente del sector. Solo en 2024, la recaudación fiscal superó los 13 mil millones de pesos, sumando impuestos federales, ISN y aportaciones locales. Además, los salarios en estudios de casino en vivo y centros de atención al cliente son en promedio 1.6 veces superiores al salario promedio nacional.
Estimulando, entonces, la formalización de empleos en estados tradicionalmente menos industrializados. Todo esto explica por qué el sector sigue creciendo y subraya la importancia que tiene para México.
JVR
