Desde hace 31 años el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita en México se ha incrementado 23.66 por ciento, menos de un punto porcentual anual; la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estima que si se quiere alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 8.1 sobre Crecimiento Económico Sostenible en 2030, debe haber más políticas públicas macroeconómicas y financieras que estimulen la inversión en la región.
En México, con precios de 2018, en 1993 el ingreso por persona fue de 155 mil 510 pesos, mientras que en 2024 ascendió a 192 mil 311 pesos; en más de dos décadas el incremento ha sido de 36 mil 801 pesos, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De acuerdo con “México, ¿Cómo vamos?”, el PIB por persona que se tuvo en 2024 aún no se recupera de la caída que se tuvo durante la pandemia por Covid-19 y se encuentra en el nivel que se tuvo en 2017; ante esa situación, si se quiere “alcanzar una recuperación de los ingresos promedio de los habitantes de México, se requiere un aumento económico que por lo menos compense el crecimiento demográfico”.
Asimismo, en 2023 el país tuvo un PIB per cápita de 13 mil 826 dólares, por debajo de países como Chile y Uruguay, donde el ingreso por persona en 2023 fue de 17 mil 068 dólares y 22 mil 796 dólares, respectivamente; no obstante, en ese año tuvo un incremento mayor al de China de 12 mil 509 dólares y al de Brasil, 10 mil 378 dólares. Por el contrario, Dinamarca alcanzó un ingreso de 68 mil 440 dólares.
- El Dato: aumento económico que equilibre el crecimiento demográfico, clave para recuperar ingresos promedio.
La Cepal mencionó en el informe “América Latina y el Caribe y la Agenda 2030 a cinco años de la meta: ¿cómo gestionar las transformaciones para acelerar el progreso?”, que el crecimiento económico per cápita que se tuvo a partir de 1950 fue de entre 2.1 por ciento y 3.4 por ciento para la región de América Latina; sin embargo, después de la crisis de 1980, se contrajo 0.1 por ciento, periodo al que se le conoció como “la década perdida”, y aunque el ingreso por persona aumentó en los siguientes años, el promedio por década fue inferior a los datos anteriores, “y se estima que el crecimiento promedio entre 2016 y 2025 será del 0.4 por ciento”.
El organismo internacional señaló que la región latinoamericana ha tenido un bajo crecimiento per cápita desde 2010; aunado a eso la inversión ha sido deficiente, pues entre 1990 y 2023 se tuvo una tasa de inversión real de 2.1 por ciento, lo que originó sólo 19 por ciento del PIB regional.
Sostuvo que el ODS 8.1 sí podría ser cumplido, de acuerdo a lo estimado para 2030, pero el crecimiento de las economías de América Latina y del Caribe “dejan mucho que desear” y más en un momento donde se tienen desafíos en “la transformación productiva y la adaptación al cambio climático”.
Y en ese sentido, si se quieren cerrar las brechas que hay entre las economías desarrolladas y las emergentes, entonces “es necesario aumentar significativamente la inversión, lo que implica la realización de grandes esfuerzos por parte de los sectores público y privado”.
Los esfuerzos que deben hacer ambos sectores se relacionan con la implementación de políticas macroeconómicas y financieras que alienten la inversión “para escapar de la trampa de baja capacidad para crecer y estancamiento de la productividad en la que se encuentra la región”, señaló el documento.
La Cepal indicó que el “dinamismo económico” de los países ha encontrado obstáculos especialmente por las marcadas diferencias que hay en las empresas y sectores industriales en términos de productividad, o las distintas capacidades de respuesta de las políticas públicas, o en que no todos pueden tener acceso al financiamiento productivo y también porque en todos los países sigue existiendo una tasa de informalidad alta en el mercado laboral.
- 155 mil pesos, ingreso por persona en 1993
“El fortalecimiento de las capacidades institucionales es central para potenciar la movilización de recursos y utilizarlos de manera más eficiente. Para ello, la región debe contar con instituciones macroeconómicas dotadas de capacidades técnicas, operativas, políticas y prospectivas (TOPP)”, añadió.
Además, es necesario que se le dé la importancia necesaria a las áreas de sostenibilidad ambiental, se promueva la ciencia, la tecnología, la innovación, la digitalización, el financiamiento empresarial y se incentive la atracción de inversiones, con especial atención en la Inversión Extranjera Directa (IED); es esencial apostar por el desarrollo de sectores con capacidad para dinamizar la economía.
- 13.8 mil dólares, PIB per cápita de México en 2023
Por su parte, para “México, ¿Cómo vamos?” es necesario que se creen las condiciones para el crecimiento económico y las acciones que se deben realizar son: garantizar certeza jurídica para los inversionistas, disipar la incertidumbre nacional e impulsar el desarrollo de capacidades productivas en el sureste mexicano, y reducir la informalidad laboral.