La Inversión Extranjera Directa (IED) en la región de América Latina y el Caribe se redujo 12 por ciento a 164 mil 265 millones de dólares, impulsado por un menor flujo en la región sudamericana, pero un crecimiento modesto en la zona central, especialmente, por el incremento de inversiones en manufactura y logística en México y por el aumento en el caribe.
Según el último Informe Mundial de Inversiones de la UNCTAD, el cono sur fue el más afectado con una reducción de 18 por ciento por menores flujos hacia Argentina, Chile, Colombia y Brasil; no obstante, en la zona central del continente sí se tuvo un crecimiento “modesto” de 4.0 por ciento, porque en México llegaron inversiones en el sector de manufactura y logística; también en el Caribe se tuvo un incremento de 21 por ciento.
De acuerdo con el organismo internacional, en 2023 la región de América Latina y el Caribe recibió 186 mil 744 millones de dólares, pero el año pasado sólo recibió 164 mil 265 millones de dólares, un descenso originado por la caída “bruscamente” de las fusiones y adquisiciones transfronterizas; además, por la venta de activos y “una ralentización de la actividad del mercado brasileño”. También, porque la actividad internacional para financiar proyectos de infraestructura y servicios públicos continuó a la baja, tanto en volumen como en valor.
- 136.5 mmdd fue el monto de IED que llegó a la región de Sudamérica
La caída de IED en la región sur fue pronunciada pues en 2023 llegaron flujos por 136 mil 538 millones de dólares, en 2024 sólo fueron 111 mil 471 millones de dólares; no obstante, a pesar de que Brasil tuvo una reducción de 8.0 por ciento en la llegada de IED, todavía se mantiene como el principal receptor de flujos de inversión en sectores como la energía renovable.
Por su parte, las inversiones greenfield, es decir aquellas, en donde las empresas realizan nuevas operaciones en el extranjero, se mostraron resilientes y aumentaron en valor y número, especialmente en sectores del petróleo refinado, economía digital y las energías renovables: en Argentina hubo una mayor expansión de este tipo de inversiones, especialmente las relacionadas con la energía.
México, por su parte, recibió 36 mil 872 millones de dólares en 2024, un incremento de 406 millones de dólares, o 1.11 por ciento de incremento respecto de la inversión que llegó en 2023.
“Brasil, Chile, Jamaica, Perú y Uruguay fueron destinos clave para la financiación internacional de proyectos, especialmente en energías renovables e infraestructuras”, destacó la UNCTAD.
En el caso de Guyana y Perú tuvieron avances por proyectos de minería y desarrollo petrolero en altamar.
Para el caso de la región Caribe, en 2023, sólo llegaron 3 mil 243 millones de dólares, y en 2024 se incrementó a 3 mil 921 millones de dólares, es decir, un incremento de 21 por ciento de IED, “gracias a la estabilidad de las entradas en la República Dominicana”.
“En términos más generales, en América Latina y el Caribe, los responsables de las políticas se concentraron relativamente más en la promoción de la inversión, introduciendo nuevas estrategias de atracción de IED para sectores prioritarios como el hidrógeno verde”, puntualizó el organismo.