El consumo privado registraría una contracción consecutiva en los meses de julio y agosto, la cual se prevé sea de 0.7 por ciento a tasa anual, anticipó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La estimación negativa se daría en los meses en los que la actividad económica nacional se vio impactada, principalmente, por los aranceles impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a productos nacionales como el cobre y el tomate.
El Indicador Oportuno del Consumo Privado (IOCP) señaló que durante los meses de referencia el índice se colocaría en un nivel de 110.7 puntos.
- El Dato: El indicador de Consumo de BBVA Research estimó que en agosto el consumo creció 2.5%, impulsado por el regreso a clases y la adquisición de bienes.
“Las estimaciones presentan sus respectivos intervalos de confianza a 95.0 por ciento y corresponden a cifras desestacionalizadas”, señaló el Inegi.
Respecto a sus estimaciones mensuales, en el séptimo mes de este 2025, el Inegi revisó a la baja su previsión, pasó de un crecimiento de 0.55 por ciento a una caída de 0.73 por ciento. Para agosto, el indicador anticipó una disminución mensual de 0.01 por ciento.
De acuerdo con Gabriella Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base, de confirmarse las estimaciones para ambos meses, el consumo privado registraría una contracción de 0.27 por ciento en los primeros ocho meses del 2025 respecto al mismo periodo del 2024, la primera caída para un periodo igual desde el 2020 cuando fue de 11.30 por ciento.
El consumo es uno de los motores de la economía, ya que al incrementarse provoca que aumente la producción de bienes y servicios, impulsando la creación de empleo y la inversión fija, que es la maquinaria destinada a la producción de un negocio.
Ésta también impacta en la recaudación de impuestos como el de Sobre la Renta (ISR) y al Valor Agregado (IVA).
En julio continuó la incertidumbre en el país derivada de aranceles. El presidente Trump impuso aranceles de 17 por ciento a tomates de origen mexicano.
Además, en dicho mes se informó que los gravámenes que pagaban los productos mexicanos a Estados Unidos incrementarían a 30 por ciento y arrancarían el primero de agosto. Sin embargo, el 30 de julio se informó que el Gobierno mexicano tenía un plazo de 90 días para continuar negociando con su contraparte.
EXTIENDE SU RALENTIZACIÓN. De acuerdo con BBVA Research el consumo en México se vería impactado durante el segundo semestre del año por un entorno de elevada incertidumbre, relativa a la política comercial de Estados Unidos y un menor crecimiento de la masa salarial real.
La institución estimó que el gasto privado continuará mostrando un lento crecimiento en el segundo semestre del año ante el deterioro de las expectativas de los hogares respecto al desempeño de la economía en los siguientes meses.
Añadió que la demanda interna mostrará una modesta evolución en los próximos trimestres, con lento crecimiento del consumo y de la inversión; el sector externo presentará mayor volatilidad ante la falta de claridad respecto al marco definitivo de los términos de intercambio comercial con EU.