Infraestructura en el país

Autopista Barranca Larga-Ventanilla beneficiará a más de 11 comunidades indígenas de Oaxaca

Tendrá un gran impacto en el bienestar de las personas, al acercar servicios básicos como salud y educación

Obra mexicana.
Obra mexicana.Foto: Especial.
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La autopista Barranca Larga-Ventanilla de 104.2 kilómetros, que reducirá casi 4 horas el recorrido desde la ciudad oaxaqueña a Puerto Escondido, para beneficiar a más 11 comunidades de 8 municipios de Oaxaca, que representan más de 100 mil habitantes.

Oaxaca es considerado el tercer estado más pobre de México, se conforma por 4,132,148 habitantes (52.2% mujeres y 47.8% hombres), sin embargo, el 65.7 por ciento es población indígena, considerado el mayor porcentaje en el país.

La autopista Barranca Larga-Ventanilla con una longitud de 104.2 kilómetros, que inicia en el km 72+000 de la Carretera Federal 175 Oaxaca- Puerto Ángel (entronque Barranca Larga, km 100+000) y concluye en el km 151+800 de la Carretera Federal 200, Tramo Pinotepa Nacional-Salina Cruz (entronque Ventanilla, km 204+300) dará beneficio social a las comunidades de la región.

Características de la obra

  • Ancho de corona de 12 m (2 carriles más acotamiento)
  • Más de 11 comunidades, 100,000 hab. beneficiados
  • 1,800 empleos directos
  • 3,500 indirectos
  • 4,500 vehículos diarios
  • 3.5 horas de ahorro de recorrido
  • 15 entronques y accesos
  • 10 puentes
  • 3 viaductos
  • 2 plazas de cobro
  • 3 túneles
  • 114 estructuras de cruce
Obra mexicana.
Obra mexicana.Foto: Especial.

Conecta directamente a la región de los Valles Centrales con la región de la costa, mejorando las condiciones de vida de las comunidades de la región al acercarles bienes y servicios, especialmente de salud y educación, además de contribuir a mejorar la movilidad y seguridad al reducir considerablemente los tiempos de traslado. 

Los pobladores aledaños podrán comercializar sus productos en mucho mejores condiciones de competitividad al reducir los costos logísticos de transporte.

Será un detonante de la actividad turística al poder acercar dos polos de gran atractivo. Por un lado, la ciudad de Oaxaca, con su gran riqueza cultural, arqueológica, arquitectónica y gastronómica, y por el otro, los bellos destinos de playa de la costa del estado, como Puerto Escondido, Zicatela, Mazunte, San Agustinillo y Huatulco, entre muchos más, que se traduce en más inversión productiva, crecimiento económico y más y mejores empleos.

Cabe mencionar que, aunado a la construcción de este proyecto, con apoyos federales y estatales, se realizan un gran número de obras sociales, como caminos, líneas de conducción de agua, electrificación, rehabilitación de escuelas y clínicas, entre otros.

El Gobierno de México realiza grandes inversiones en infraestructura para beneficiar a los estados más pobres, en especial Oaxaca. 

La inversión en caminos tiene un gran impacto en el bienestar de las personas, un ejemplo es el programa de pavimentación con concreto hidráulico a las cabeceras municipales, donde el gobierno proporciona los materiales y las comunidades aportan la mano de obra.

Obra mexicana.
Obra mexicana.Foto: Especial.

Retos

Desde el inicio de su construcción ha presentado diversos retos,

entre ellos:

Financieros: La primera empresa concesionaria no pudo conseguir el crédito, por lo que se vio en la necesidad de ceder la concesión. 

La segunda empresa concesionaria tuvo dificultades financieras que no le permitieron continuar con el proyecto, por lo que cedió la concesión al FONADIN cuando se tenía un avance del orden del 50%. 

El FONADIN reinicia la construcción en 2018 mediante contratos de obra pública. 

El proyecto ha enfrentado sobrecostos importantes debido a las actualizaciones de proyecto, mejoras, obras adicionales por solicitudes de las comunidades (pasos vehiculares, entronques, caminos).

En 2020 el Presidente encarga al titular de la SICT, Jorge Nuño Lara, liderar el proyecto y resolver la problemática social, así como coordinar a dependencias federales y estatales.

En 2024 se cumple el compromiso de poner en operación la obra tan anhelada por los oaxaqueños: el próximo 4 de febrero. 

Aunado a ello también ha tenido que enfrentar grandes desafíos sociales, entre ellos: 

Solicitudes de las comunidades (obras, indemnizaciones, solución de conflictos agrarios, entre otras). Muchas que no tienen una relación directa con la autopista. Han derivado en constantes bloqueos que impidieron la continuidad de los trabajos, lo que ocasionó importantes retrasos y sobrecostos. 

Se requirió una atención permanente por parte de autoridades entre ellas el secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), Jorge Nuño Lara, para conciliar las solicitudes y destrabar los conflictos.

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FGR