Anuario: Finaliza el año con el peso fortalecido y ligero respiro en materia de inflación

El 2023 se caracterizó por el dinamismo de la economía mexicana, un peso fortalecido frente al dólar, una inflación en descenso, aunque aún por arriba de la meta del Banco de México (Banxico), y una tasa de interés en niveles máximos.

Una parte importante de analistas y organismos internacionales, así como Banxico y la Secretaría de Hacienda, estimaron que el Producto Interno Bruto (PIB) de México crecería más de 3 por ciento, lo cual contrasta con las expectativas que se tenían en los primeros meses del año, de entre uno y 1.5 por ciento.

El subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, dijo que la expansión prevista del PIB es de hasta 3.6 por ciento, una expectativa que compartió la Cepal. Este dinamismo se dio bajo un entorno de consumo resiliente, el cual se ha visto apoyado por la fortaleza del mercado laboral, el crecimiento en la masa salarial, las transferencias del Gobierno y las remesas.

También se ha visto favorecido por el crecimiento en el comercio externo, la mayor inversión pública relacionada con las obras de la 4T y la llamada relocalización de empresas, el nearshoring.

“El crecimiento económico en 2023 ha estado impulsado por el avance sostenido del consumo privado y una expansión significativa en la construcción y las exportaciones automotrices”, señaló Citibanamex.

En materia de inflación, ésta mostró una constante desaceleración, después de tocar un máximo de 8.7 por ciento en agosto y septiembre del 2022. En la primera quincena de diciembre la tasa fue de 4.46 por ciento, lo que implica que aún está por arriba del objetivo de Banxico, de entre dos y cuatro por ciento. Analistas estiman que será hasta finales del 2024 cuando baje de cuatro por ciento, mientras que el Banco de México espera que converja a la meta de tres por ciento hasta el segundo trimestre del 2025.

“La inflación presenta varios riesgos hacia adelante, por lo que es necesario no bajar la guardia en materia de política económica”, señaló Héctor Magaña, profesor del Tec de Monterrey.

Incluso, el propio subgobernador de Banxico, Jonathan Heath, anticipó riesgos mayores en materia de precios para 2024, entre ellos el aumento salarial, que se aprobó en 20 por ciento.

Ante este escenario, la tasa de interés del Banco de México, este año, subió a su nivel más alto en registro, de 11.25 por ciento. De acuerdo con el último reporte trimestral, existen las condiciones para iniciar la discusión de cuándo se debe empezar a recortar el costo del crédito.

“Hacia adelante, la incógnita residirá en la magnitud del ciclo bajista, pues los dichos de parte de la Junta de Gobierno apuntan a un ritmo interrumpido en la reducción de la tasa, pero empieza a surgir cierta división en torno al manejo de la estrategia y la valoración de los riesgos”, señaló Marcos Daniel Arias, analista de Monex.

Especialistas esperan que la primera reducción se dé en el primer trimestre del 2024 y que sea de 25 puntos base, para bajar a 11 por ciento.

Ante este aumento en tasas y el diferencial que existe con las de la Reserva Federal (5.25 a 5.50 por ciento), el peso mexicano se vio favorecido.

El tipo de cambio alcanzó un mínimo en el año, el 28 de julio, de 16.6726 unidades por dólar.

Sin embargo, no pudo sostener ese nivel y rebotó ligeramente, ante la expectativa de que la Fed subiría sus tasas una vez más. Días después, la calma regresó al mercado cambiario y la divisa azteca se volvió a fortalecer.

Al 26 de diciembre, la moneda nacional registró una apreciación de 13.14 por ciento frente al billete verde, con un tipo de cambio de 16.9458 unidades. Esto implica una ganancia de 2.56 pesos.

La fortaleza de la moneda mexicana que se registró en el año impactó algunos rubros de la economía nacional, como la recepción de remesas, las exportaciones de petróleo y, en algunos casos, el dinamismo de la actividad turística.

Para 2024, especialistas prevén que ronde las 18 unidades por dólar.

Huracán Otis devastó la actividad en Guerrero

Además de los lamentables decesos, la devastación que dejó Otis en Guerrero generó pérdidas millonarias para la actividad económica del estado, con una recuperación que podría tardar hasta cuatro años, según BBVA México.

Estimaciones de Citibanamex prevén que la economía de la entidad caería 16 por ciento en el cuarto trimestre del 2023, además de las afectaciones que se sumarán por el paro de actividades.

Fitch estima que la reconstrucción de Acapulco costará 16 mil millones de dólares, una suma similar a la que espera la iniciativa privada, de hasta 300 mil millones de pesos.

La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) informó que las pérdidas reclamadas preliminares suman mil 745 millones de dólares, con lo cual Otis ya es una de las tres catástrofes más costosas para el sector que opera en el país.