Lanzan cruzada para lograr un salario digno

Con el propósito de iniciar una cruzada para que los trabajadores tengan un ingreso que le permita satisfacer sus necesidades básicas, ayer se presentó el libro ¡Súbanle! Salario Digno: Propuestas para la prosperidad equitativa en México, en el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL), en Guadalajara, Jalisco.

El libro promovido por el empresario tapatío César de Anda contiene 33 ensayos, de académicos, políticos y expertos en la materia como Patricia Mercado, Rolando Cordera, Tere Lanzagorta, Luis Miguel González, Laura Valdez, José Medina Mora y Gonzalo Hernández Licona, entre otros.

La publicación editada por el sello Debate, fue coordinado por David Gómez-Álvarez, director de Transversal Think Tank, y por Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.

El empresario César de Anda destacó que no se trata sólo de presentar un libro sino de empezar una cruzada para llevar esta iniciativa a nivel nacional, para lograr que “el progreso sea más parejo”.

En el evento, la directora del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), Valeria Moy, apuntó que los ensayos que incluye la publicación consideran dos montos de lo que puede ser un salario digno: de 12 mil o de 20 mil pesos al mes.

Con datos del IMSS, dijo, 59 por ciento de los trabajadores registrados al organismo ganan hasta 12 mil pesos, mientras que 40 por ciento las personas ocupadas en la formalidad tienen un ingreso menor a esta cantidad, con cifra del Inegi

Señaló que en las personas que se encuentran en la informalidad, ya que no tiene registro en ningún sistema de seguridad, 60 por ciento gana menos de 12 mil pesos.

“De alguna manera se te estruja la panza cuando oyes que 60 o 40, o qué les gusta, 50 por ciento de la población ocupada, para promediar, ganan menos de 12 mil pesos al mes”, dijo Moy.

Por su parte, el exsecretario general de la OCDE, José Ángel Gurría, comentó que México es una de las economías más grandes del mundo y socio privilegiado de Estados Unidos y Canadá, pero sus salarios no alcanzan para pagar una canasta básica de consumo para toda la familia, “tan sencillo y tan terrible”.

Afirmó que la política promovida en el país para que el salario mínimo no aumentara por arriba de la inflación, lo que hizo fue perpetuar durante décadas enteras las percepciones tan precarias.