Sector agro, motor económico, pero con complejos desafíos

Pese a que los sistemas alimentarios del mundo, incluido el de México, se han visto presionados por desafíos como la pandemia, la ralentización de la economía global y el conflicto bélico en Europa, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) afirmó que México llega al 19 Foro Global Agroalimentario, con la consolidación del sector como motor de la economía nacional.

El titular de la dependencia, Víctor Villalobos, destacó que, a pesar del incierto panorama global, el agro mexicano se ha consolidado como un motor económico del país, con la generación de empleos, la atracción de divisas y el abasto oportuno de alimentos a la población.

Al igual que hace un año, dijo, nuestro sector nuevamente ha cumplido y en el 2021 se produjeron 268.6 millones de toneladas de productos agrícolas, cifra que fue superior 1.3 por ciento respecto al año agrícola anterior, a través del cultivo de 21.7 millones de hectáreas en todo el territorio nacional

El coordinador general de Agricultura de la Sader, Santiago Argüello, manifestó que el exhorto que hace el secretario Villalobos, es el “no bajar los brazos para que en unidad, los sectores públicos, privado y social podamos sostener este ritmo de crecimiento al cierre de este año”.

Argüello Campos recordó que, a septiembre, la balanza agroalimentaria registró un superávit de 5 mil 278 millones de dólares.

Sin embargo, el sector agroalimentario también enfrenta retos y riesgos que irónicamente se gestan desde el propio Gobierno federal y del Poder Legislativo y que lo ponen en jaque, a pesar de su trascendencia, señalan empresarios.

Tal es el caso de la iniciativa para prohibir el uso de algunos plaguicidas y bioinsumos, así como la reducción de requisitos y trámites a importaciones de alimentos para combatir alzas en precios.

Desde el Consejo Nacional Agropecuario (CNA), esta última intención del Gobierno abre el riesgo de entrada de plagas y enfermedades al país que dañarían la planta productiva nacional.

Asimismo, otro factor negativo para el sector, es que las autoridades federales mantengan la eliminación de apoyos con afectaciones negativas, a lo que se agregan problemas globales como la escasez y alzas en precios de insumos, y otros como la gripe aviar.

“La producción de alimentos es de seguridad nacional para garantizar su abasto a la población con calidad e inocuidad, por lo que las acciones de gobernantes y legisladores no deben basarse en ideologías radicales como algunas actuales, sino en sustento científico”, subrayó el director general del Consejo Nacional Agropecuario, Luis Fernando Haro.

Por ello, confió en que desde el Foro Global Agroalimentario —el evento más importante del sector en México y Latinoamérica y uno de los más destacados en el mundo—, “seguramente saldrán propuestas de expertos para el sector privado y para gobiernos y legisladores, como políticas públicas con programas de apoyo, así como adecuaciones de

leyes a los nuevos tiempos, para tener un campo más productivo, inclusivo y sustentable”, indicó.

El presidente del CNA Nuevo León, Eladio González Peraza, destacó la importancia del sector, ya que ha impulsado la creación de empleos formales y divisas, y es el sexto lugar en la generación del PIB agroindustrial nacional.

Haro y González coincidieron en que ya preocupa una posible crisis alimentaria internacional por problemas como el cambio climático y los conflictos geo-políticos, que afectan el suministro y precios de insumos para la producción.

El titular de la Sader reconoció que “es evidente que estamos cruzando por un periodo muy complicado en todo lo referente a la actividad productiva del sector primario” y en el caso particular de México, dijo, el año pasado se sumaron factores climáticos adversos, como la combinación de sequía en algunos lugares y lluvias excesivas en otros, que adicionaron un elemento más de tensión a las actividades agrícolas, pecuarias y pesqueras.

En el año agrícola 2021, se produjeron 268.6 millones de toneladas de productos agrícolas, cifra 1.3 por ciento superior con respecto al año agrícola anterior.