Una amiga me mandó un mail que me alarmó: “estoy tomando un curso de culturas prehispánicas enfocado en comprender el calendario maya y el fin del mundo”.
Los mayas jamás predijeron el fin del mundo, más bien el calendario termina como cualquier otro, como en el que vemos pegado en un taller mecánico o en una cocina.
Le hablé por teléfono y me soltó:
—En 2012 nos vamos a inundar.
—Siempre hay inundaciones, son más o menos graves, pero normales.
—Esta vez será peor —me dijo convencida.
¿Qué está ocurriendo? Hay una especie de conspiración apocalíptica alimentada por la ignorancia y por viejos rumores que viajan por la red. Para colmo, el gran director Roland Emmerich está por estrenar la película 2012, que trata, precisamente, del fin del mundo a partir del calendario maya.
De acuerdo con estas teorías a partir del 21 de diciembre de 2012 la Tierra se vería devorada por fenómenos naturales de alto impacto con tsunamis y temblores. Los polos de la Tierra inclusive se invertirían.
La histeria generada no es menor. La NASA subió a su página de internet un video en el que el científico espacial David Morrison explica que no hay que alarmarse y que 2012 será un año como cualquier otro.
Otro de los cuentos que circulan es la colisión que la Tierra tendrá ese año con el planeta Nibirus. Esto es imposible, sobre todo porque un asteroide, o planeta, que se acercara a la Tierra habría sido detectado desde hace cuando menos 10 años, según el propio Morrison.
Nibirus, por lo demás, no existe, y más bien pertenece a la ciencia ficción y a obras como las de Zecharia Sitchin.
La NASA decidió entrarle al tema del 2012 por el cúmulo de consultas que Morrison recibe al día (no menos de 50) sobre el planeta Nibirus o relacionadas con los mayas.
Hay páginas en la red que ya están vendiendo kits de sobrevivencia para enfrentar el fin de los tiempos. Es increíble, pero hay quien cae en las garras de estos embaucadores.
LA VIDA REAL. Lo que en modo alguno está fuera de la realidad es la intención de reducir los presupuestos para la preservación del ambiente.
Por ello es importante la actitud de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados, que preside Ninfa Clara Salinas, al oponerse al recorte de cuatro mil 573 millones que plantea el Presupuesto de Egresos para las partidas relacionadas con el tema. Esa asignación fue de 45 mil 059.8 millones de pesos para 2009 y ahora se tienen programados sólo 40 mil 485.9 millones de pesos para 2010.
Los diputados, además de impedir la reducción de recursos, quieren una reasignación de mil 400 millones para la protección del ambiente en las zonas más marginadas. Ojalá lo logren.
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fdm