La Comisión Federal de Competencia se está convirtiendo en una suerte de Santo Oficio en materia económica que crea acusaciones a modo para satanizar de piarum aurium ofensiva las conductas de las empresas, como los 6 laboratorios que Eduardo “Torquemada” Pérez Motta señala tramposamente de coludirse la venta de insulina y suero al IMSS que conduce Daniel Karam.
Y es que para lanzarse contra esos laboratorios, inconstitucionalmente y a la mejor manera de la Santa Inquisición, la Cofeco no definió un mercado relevante sino eligió a un comprador monopsónico, al IMSS en el 2005 cuando lo dirigía Fernando Flores, para iniciar una amplia pesquisa de miles de licitaciones de medicamentos del instituto sin establecer qué buscaba. Los dominicanis de Cofeco, no querían una prueba concreta, sino “un patrón de herejía”, que encontraron en una serie de 465 licitaciones de las cuales 160 se escogieron arbitrariamente. Vaya, “Torquemada” Pérez Motta no ha explicado por qué diablos declaró inocentes a una decena de laboratorios que jugaron en esas licitaciones pero, cargó contra 6 cuando todos tenían la misma conducta, cuando el IMSS hacía público sus precios máximos de compra.
Salvo el patrón que siguió en su pesquisa, la Cofeco no tiene en su investigación: ni testigo, ni documento, ni llamada telefónica grabada que demuestre colusión durante tres años entre Probiomed de Jaime Uribe, Pisa de Alfonso Álvarez, Eli Lilly que lleva Carlos Baños, Cryopharma de Alejandro Calderón, Baxter a cargo de Víctor Mendoza y Fresenius de Ulf Schneider.
Pinfra, colocación. Ya recuperadito de viejos sustos, David Peñaloza regresa con su empresa Pinfra, antes Tribasa, que con 10 concesiones carreteras (incluyendo la carísima México-Toluca) y una terminal portuaria de uso múltiple en Altamira, tiene una caja de 600 millones de dólares y busca el momento propicio para colocar en el mercado de valores 30% de sus acciones que hoy están en la tesorería de GMB que lleva Alonso de Garay.
Frente a Frente. Quien anda molesto y preocupado por la licitación del Aeropuerto Internacional de la Riviera Maya es Fernando Chico Pardo. Si bien ASUR se anotó para concursar, su principal rival es Grupo México de Germán Larrea cuyo modelo de negocio es más inmobiliario que aeroportuario… razón por la que, puede ofrecer baja tarifa a las aerolíneas que quieran aterrizar ahí. La nueva terminal significa para el Aeropuerto de Cancún, operado por Asur, perder de jalón 30 por ciento de su tráfico.
Esta columna aparecerá nuevamente el martes 13 de julio. ¡Que descansen que ya vuelvo!
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