Derrotero Económico
Por Ma. Mercedes Muñoz
Me encantaría hablar del huevo, discutir de porqué el precio está por los cielos, de la escasa oferta de este producto por razones obvias y/o especulación; y las complicaciones tan serias al ser un alimento básico para la población mexicana.
Considero que a pesar de lo crítico de la situación, al final de cuentas el huevo podría, en cierta manera, ser sustituido por otro tipo de producto alimenticio; sin embargo, existen problemáticas latentes o a las cuales les dedicamos poco espacio; a pesar de que el impacto en términos monetarios y de bienestar podría ser mayor. Es por ello, que he decidido hablar del consumo de cigarros en México.
De acuerdo al documento de investigación, “Tabaquismo en México: análisis y recomendaciones de mejora regulatoria” de la Comisión Federal de Mejora Regulatoria, se señala que México se coloca en el sexto lugar a nivel mundial, del número de fumadores hombre pero el segundo en fumadoras. Conforme a la última Encuesta Global de Tabaquismo en Adultos (2009), generada por la Comisión Nacional contra las Adicciones (CONADIC): el 15.9% de la población mayor a 15 años consume tabaco, de los casi 11 millones de personas 74.3% son hombres y 25.7% son mujeres. Ahora bien considerando a los fumadores pasivos, el número crece, 16.6 millones de personas nos exponemos al humo de tabaco ajeno, de los cuales 12.2 millones de mexicanos permiten que se fume en la casa.
De manera alarmante, esta misma encuesta indica que del total de personas que fuman el 98.1% saben que fumar causa enfermedades graves y el 95.6% está consciente que los fumadores pasivos son afectados en su salud por la exposición al humo del tabaco. Sin embargo, siguen fumando en bares, restaurantes, oficinas y en casa. La decisión tomada es difícil de comprender.
A nivel mundial, el consumo de tabaco es la primera causa de muerte prematura (prevenible) y la primera causa de enfermedad. Cabe destacar que en el futuro la mayor incidencia de problemas de salud por el consumo de tabaco será en los países en desarrollo. En México el consumo de tabaco se encuentra como una de las 10 principales causas de enfermedades graves, situación que puede cambiar y agravarse en el futuro, por los lugares que ocupamos a nivel mundial de número de fumadores.
Ante esta situación el gobierno federal y otras instancias públicas han implementado una serie de estrategias para disminuir el consumo de tabaco.
Estas políticas van desde la utilización de imágenes sobre el daño en las cajetillas de cigarros hasta impuestos; la lucha contra el tabaquismo se inicio hace más de 20 años.
Reflexiono que el problema ahora es más grave que hace un par de años, ya que se ha acrecentado la comercialización de cigarros de contrabando. Como señaló Raúl Picard, presidente de la Comisión de Comercio Interior de Concamin, después de los incrementos en la tasa impositiva, el mercado cuenta ahora con más de 100 marcas de cigarros ilegales y el 16.6% del consumo total de cigarros proviene del mercado ilegal y estima que para el 2013 los cigarros de contrabando podrían quedarse con más del 25% del mercado de cigarros.
Lo destacado anteriormente genera una situación aún más crítica y dolorosa que el mismo problema del huevo, pues se está afectando a: 1) los ingresos del gobierno (menor recaudación), 2) productores de cigarros y agricultores (tienen menos mercado); y 3) la salud pública. Esta última es la que evalúo como la más amarga para el bienestar de la población, por el daño irreparable a la calidad de vida de los individuos y familias relacionadas al problema del tabaquismo.
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