Carlos Olivares Baró
El libro de la semana
Nieve: Fenómeno atmosférico que consiste en la precipitación de pequeños vidrios de escarcha que adoptan formas geométricas con tipologías fractales. Se agrupan formando copos. Conformada por pequeñas partículas ásperas, es materia granulada de impresión aterciopelada en contacto con la piel. / Nevada, nevasca, aguanieve, invierno, ventisca, cinarra, carámpano, rocío, relente, témpano, cellisca, glacial, helada, congelación, granizo... / La nieve inclemente, cruda, imperturbable, tenaz, tempestuosa... / La nieve, espectáculo donde el silencio se instala con frialdad letánica. / La nieve, codiciosa y vaga: en la campiña nívea nada se precisa en su apariencia. Cellisca bajo cero que ceba una elíptica tersura. En los intersticios de la nieve todo se pronuncia en estrías: halo que muerde el tiempo y lo ataja, lo suspende. / “Las suaves y sordas partículas de nieve crujían en susurro contra los cristales de la ventana, mientras caían y caían y no dejaban de caer. Si uno se quedaba mirando durante un rato, tenía la impresión de que todo el hotel había empezado una lenta ascensión hacia las alturas.” (Nabókov, Batir las alas). / “Grandes copos aterciopelados descendían perezosamente y a poca distancia del suelo parecían vacilar un instante, no sabiendo si posarse en él.” (Pasternak, Doctor Zhivago). / “Bárbaro miró la inclemente nevada que caía como un responso interminable...” (Jesús Díaz, Siberiana). / La nieve es un equilibrio de silencios en el que sólo se divisa una íntima y lenitiva agitación sobre el albino paisaje retador.
La novelista, traductora y poeta Menchu Gutiérrez (Madrid, 1957) recalca, en Decir la nieve (Siruela, 2011), los regocijos de la orfandad que arropa el frescor rucio de la nevisca. “Sé, no cabe lugar a dudas, que la mejor manera de significar algo es a través de la emoción. Este libro nació de los apuntes de una conferencia que dicté, hace algunos años, sobre las imágenes en la literatura: mis argumentos entraban en los escenarios de la nieve en la escritura. Aquí están plasmadas mis obsesiones con la nieve como espacio literario, las cuales traspongo con la experiencia de otros escritores”, ha dicho la también autora del imprescindible estudio biográfico, San Juan de la Cruz.
Ensayo que hace referencia a las tonalidades discursivas de María Zambrano por su propensión de decir la nieve, descifrarla, desde conmiseraciones que rozan lo sagrado. Tesitura de una prosa que toca el poema, la crónica, la viñeta, apuntes de literatura comparada, resoles narrativos y resuelta costura inflexiva que rinde tributo a Montaigne. Enlaces visuales con Tarkovsky (Stalker), Bergman (El séptimo sello) y Kurosawa (Derzu Uzala). Decir la nieve, texto en el que el paisaje níveo es sobrenaturaleza (segunda piel del mundo) y también regodeo elíptico. Menchu Gutiérrez ha escrito una suerte de forma de sonata de adagio absorto, allegro venturoso, largo-presto de intermitencias ocultas y minuet-fuga de remembranzas y azogues empalmados.
“La nieve de la cima piensa que es eterna, mas sólo es el sueño del volcán” (Basho). Espejo que es celaje del deseo; desierto: polvo fractal que entumece y detiene, en prolongada pausa, la solana de la vendimia. “El silencio de la nieve es un silencio recogido que parece prepararnos para un encuentro”: si en País de nieve, de Kawabata, el paisaje nevado es refugio-encuentro del apasionado Shimamuro con la hermosa Komako, Decir la nieve es un lienzo de cinestesias: más que fuga y búsqueda del deseo, mancha blanca que cura las nostalgias: glosa en las irradiaciones del mercurio. Walser muerto sobre la cellisca navideña. Manual de conjunciones inolvidables: el abraso de la nieve nos aguarda después del calor rumboso de la vida, parece decirnos Menchu Gutiérrez.
Decir la nieve
» Autor: Menchu Gutiérrez
» Género: Ensayo
» Editorial: Siruela, 2011
» Costo: $250
Imprescindible
El mundo se sosiega, se ensancha y se hace más deleitable con Las seis Cello Suites que Bach compuso entre 1717 y 1723. “… si sólo pudiera llevarme un disco a una isla desierta. No he dudado un instante la respuesta: las Suites para chelo solo de Bach. Entre muchas, la versión que más me conmueve es la de Maurice Gendron.” (García Márquez). “Una sinfonía para violonchelo solo.”(Rostropovich). Gendron matiza las cadencias: asistimos a una festividad presidida por acordes insólitos. Atravesamos páramos, descendemos a simas insospechadas. La hermosura en atajos de conmoción perenne.
Leer y escuchar con razón
Sexto VI
Artista: Yahir
Disquera: Warner Music, 2012
Género: Balada, pop
Costo: $156
Doce temas rubricados por Camilo Sesto, quien llegó a vender más de 175 millones de discos en todo el mundo. Sonoridad de balada romántica, pop y rock ligero sostenida por formato orquestal de batería, bajo, guitaras (acústica y eléctrica), piano, teclados, harmónica, corno inglés, oboe, cuerdas y coro. La tesitura vocal de bajo ligero de Yahir frasea con frescura las composiciones que el vocalista español impuso en los años 70, 80 y 90. Suenan duro en la radio “Si tú te vas”, “Perdóname” y “Vivir sin ti”: tres piezas emblemáticas del repertorio de uno de los cantautores más queridos de la canción hispana. “Cantar los temas de Camilo Sesto es un honor”, comenta el hijo consentido de Hermosillo.
Se Considera Bueno
Platti: Chamber Music
Artista: Ensemble Cordia
Género: Música Barroca
Disquera: Brillant Classics, 2010
Costo: $116
Creador de vario s Oratorios que no se conservan, Giovanni Benedetto Platti (Padua,
1697 – Würzburg, 1763) fue un virtuoso violinista, cantante, oboísta y compositor italiano del periodo barroco. Admirador de Arcangelo Corelli, la música de Platti despliega brillante sonoridad y ritmo de vivaces proporciones. El Ensamble Cordia (fundado en Viena, 2003) asume los pliegos de cinco Sonatas (oboe, violín, violonchelo, fagot y basso) y un Trío (oboe, fagot y basso) en precisa ejecución de vaivenes muy corellianos. Nostálgicos pespuntes en los Adagios y articulados vigores en los Allegros. La hermosura de la Sonata à Oboe e Faghoto Obligato (e Basso Continuo), argumenta todo el fonograma.
Se Considera Muy Bueno
Confieso que he bebido
Autor: Jorge Teillier
Género: Crónica
Editorial: F. C. E, 2012
Páginas: 150
Costo: 287 pesos
Crónicas que publicó el poeta Jorge Teillier (Lautaro, 1935 – Viña del Mar, 1996) en el influyente periódico de la capital chilena, El Mercurio, entre noviembre de 1980 y febrero de 1982. “Confieso que he bebido. ¿Y por qué no? ‘Los poetas son ánforas sagradas / donde se guarda el vino de la vida’, escribía Hölderlin. Claro que las ánforas terminan a veces por romperse prematuramente”, reveló el autor de En el mudo corazón del bosque, quien tradujo al Baudelaire de “El vino del solitario”, a sabiendas de que “La singular mirada de una mujer galante” entra por los escurridos resquicios y “su indolente belleza” salva “el corazón angustiado del poeta”. Bares metafísicos y comidas suculentas en prosa de satisfecha enunciación.
Se Considera Excelente
Campo Alaska
Autor: José Javier Villarreal
Género: Poesía
Editorial: Almadía, 2012
Páginas: 275
Costo: 157 pesos
Soledades edificadas por barruntos en los que las confluencias tejen una cartografía severa y encismada. Repaso que sucumbe en cada rememoración: en estos versículos la vuelta es inevitable y dolorosa: “extrañeza de esa flor que abre de noche y / sólo una vez al año; / al paso de los días lo vamos olvidando”. Hay, indiscutiblemente, ausencias en cada murmullo, presagios en cada cifra, cicatrices en cada embozo: “La mujer en el cuadro no está dormida, pero sí / abandonada al fluido de la tarde”. Horizonte que Villarreal designa desde la glosa de un vértice aleatorio. Asir el mundo con el empecinado fulgor del alma —frente a los espejos—, en los simulacros de la estación demandante.
Se Considera Muy Bueno
carlosolivaresbaro@hotmail.com | http://blogs.3.80.3.65/lasclaves
