Javier Solórzano Zinser
No debe pasar de largo la decisión de las autoridades de la Universidad del Valle de México, plantel Nuevo Laredo, de cerrar la institución. La razón, a decir de los directivos, se debe a los altos niveles de inseguridad en la ciudad y todo el estado.
Que una universidad de este nivel cierre sus puertas es un revés para todos. No sólo es el cierre mismo, es el quiebre del proceso de formación de muchos jóvenes que pueden cambiar su entorno; es además el fracaso de los gobiernos, estatal y federal. Es el fracaso de las estrategias ante la inseguridad y es el triunfo de la delincuencia organizada, en una comunidad que tiene a las instituciones educativas como una forma de enfrentar ambientes adversos como el que se vive en general en Tamaulipas.
Si bien se han filtrado diferentes versiones del porqué del cierre, el clima de inseguridad es una variable que sin duda se debe atender como un aspecto fundamental en este momento. Puede haber razones administrativas, pero éstas estarían más a la vista. Ayer conversamos con Eduardo Cantú, presidente del Movimiento Tamaulipas por la Paz, y nos dice que se quiere hacer ver que el cierre de la UVM se debe a razones administrativas cuando es evidente que no es así: “es cuestión de caminar por las calles de Nuevo Laredo y hablar con su gente para darse cuenta de que la historia es otra”.
Cantú recuerda que hace poco tiempo fueron cerradas varias empresas y dos escuelas para niños, una de ellas la Montessori American School, “No se dijo mucho porque a los colegios iban hijos de las clases altas de la ciudad”, indica.
Lanza una afirmación que puede explicar en buena medida lo que pasa en el estado: “en Tamaulipas no hay gobierno, el gobernador no ha podido resolver ni la muerte de su hermano”. Desde donde se vea el estado se ha metido otra vez en una confrontación entre cárteles de la droga que le pega en el corazón. Tamaulipas, como otras entidades del país, está metida en un enfrentamiento sin fin.
Si el cierre de la UVM es por razones administrativas, las autoridades de la escuela tendrán que explicar muchas cosas. Si el gobierno quiere minimizar lo que pasa jugando con sus argumentos se va a meter en un problema más, el cual se sumaría a los muchos que no resuelve.
Dice Eduardo Cantú que la única forma en que se pueden ir solucionando las cosas es que los tamaulipecos trabajen juntos y unidos para cambiar el estado y tiene razón. Es lo que se ha hecho en Ciudad Juárez, Monterrey y Tijuana, por citar algunos casos. El cierre de la UVM, por las razones que fueren, es un severo golpe a Nuevo Laredo, a sus estudiantes y a la posibilidad de que la ciudad cambie y produzca hombres y mujeres nuevos y con otra mentalidad.
RESQUICIOS. Así nos lo dijeron ayer:
*Ya le agarraron el caminito al gobierno. Cuando el Presidente manda se le obedece, cuando ruega nadie le hace caso: Carlos Ornelas, académico de la UAM-X.
solorzano52mx@yahoo.com.mx
Twitter: @JavierSolorzano
