“El Suicidio de una Madre”

Dra. Yolanda Pica

Médico Psiquiatra y Psicoterapeuta

René Magritte, el máximo exponente del surrealismo belga, vivió el suicidio de su madre a los 14 años, este evento marcó su vida y su obra de una manera contundente. Gracias a su genialidad, el pintor dejó un legado en el mundo del arte.

Regine, la madre de Magritte padeció cuadros de depresión mayor y varios intentos suicidas, de tal forma que su esposo la tenía que encerrar y siempre dormía acompañada de uno de sus hijos quien la vigilaba:

El fatídico 12 de marzo de 1912 escapó en medio de la noche y se suicidó ahogándose en el río Sambre, la encontraron 3 semanas después, sus tres hijos fueron testigos de el hallazgo del cuerpo de su madre, quien estaba cubierta por su camisón de dormir hasta la cara, ella tenía 42 años. En apariencia, por ese tiempo a Magritte no le afectó emocionalmente lo sucedido, refería sentirse “importante” por ser hijo de la mujer ahogada, sin embargo, años después en su obra es evidente la fuerte impresión que esas imágenes causaron en su mente. A partir de 1925 define su estilo pictórico y son dos características fundamentales que nos indican la elaboración a través del arte plástico expresivo de resolución del conflicto: la primera es una serie de imágenes de rostros humanos cubiertos por lienzos de tela, en donde destacan “Los amantes” (1928), “Homenaje a Mack Sennet” (1937 ), en donde representa una imagen del cuerpo desnudo de una mujer cubierto por un camisón mojado, haciendo alusión al hallazgo que compartió con sus hermanos.

Sus pinturas representan un esfuerzo, la mayoría de las veces exitoso, por contener y manejar a través del control intelectual, con aislamiento del afecto, el trauma de su experiencia, la cual debe haber causado una profunda desesperanza y sorpresa. La segunda forma de manejar la angustia en la pintura es un estilo denominado “momento de pánico” en el cual, como en la “Cuerda Sensible” (1946), el espectador queda sorprendido al encontrar en un paisaje amable y cotidiano una copa de cristal gigante que contiene una nube, lo que provoca desconcierto. Es frecuente encontrar en su obra rocas flotantes, huevos gigantes que se incendian, es un manejo de la realidad que puede causar ansiedad en el espectador, del mismo modo que debe sentir un niño al perder a su madre por suicidio, la realidad te traiciona, las madres que aman no abandonan, y menos quitándose la vida.

Magritte fue privilegiado de lograr enfrentar su pérdida con su arte.

El suicidio de una madre deja una huella traumática muy difícil de superar, 103 años después la visión científica nos indica que el suicidio es la complicación mas grave de una enfermedad que se puede tratar y curar: la depresión.

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